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Barcelona. (EFE).- Logrado ya el objetivo de clasificarse para la final de la Liga de Campeones, el Barcelona vuelve a la Liga frente al Cádiz en el Camp Nou con la intención de obtener una victoria definitiva para lograr el título, aunque en cualquier caso deberá esperar hasta el domingo para comprobar el resultado de su máximo rival, el Valencia.
Aunque el calendario del torneo ha quedado trastocado por la suspensión del Sevilla-Barcelona, que finalmente se jugará el próximo miércoles, el equipo azulgrana sabe que una victoria frente al Cádiz le dejaría a las puertas del título: si el Valencia no gana al Alavés, el Barca será campeón. En caso contrario, tendrá una nueva oportunidad el próximo miércoles, ante el Sevilla.
El entrenador azulgrana, Frank Rijkaard, deberá preparar el partido desde un punto de vista más psicológico que táctico, para evitar que sus jugadores pierdan de vista la Liga y jueguen con la mente puesta ya en París. Por lo demás, el once inicial azulgrana no presentará grandes novedades, ya que sólo descansará José Edmilson, pero sí la convocatoria, con la vuelta de Xavi Hernández después de cinco meses de recuperación de su lesión.
Juliano Belletti volverá a cubrir el lateral derecho ante la ausencia de Oleguer por lesión y Thiago Motta tiene muchas posibilidades de sustituir a su compatriota Edmilson. Iniesta y Deco parecen fijos en el once de Rijkaard.
En ataque, el Barcelona volverá a apostar por Ronaldinho (vuelve el brasileño tras dos partidos ausente), Etoo, en su intento de asegurarse el Pichichi y probablemente Henrik Larsson para dar descanso a Ludovic Giuly.
Si el partido se desarrolla de manera favorable para el Barcelona, el Camp Nou vivirá probablemente un momento emotivo, si Xavi entra en el campo para disputar sus primeros minutos después de la lesión. Jugador de la casa y especialmente querido por la hinchada, el centrocampista de Terrassa se llevará una gran ovación en su vuelta al equipo, precisamente en el momento decisivo de la temporada.
El Cádiz viaja con la mira puesta en alcanzar una proeza que alimente sus opciones de mantenerse en Primera División, ante un adversario que está a un solo paso de convertirse en el campeón de Liga.
La necesidad imperiosa de puntos y los dos empates y un triunfo -en Zaragoza- en las ultimas tres jornadas, son los argumentos en los que los gaditanos se basan para lograr una campanada en un estadio donde solo han volado seis puntos en la temporada.
En principio, como premio, el técnico Víctor Espárrago hará viajar a toda la plantilla para disfrutar del choque ante el finalista de la Liga de Campeones.
