Barcos empuja el río Ozama amenazan  el puente flotante

Barcos empuja el río Ozama amenazan  el puente flotante

POR LLENNIS JIMÉNEZ
Seis barcos arrastrados por la corriente del río Ozama  la noche del domingo  estuvieron a punto de chocar el puente flotante que comunica al Distrito Nacional con Santo Domingo Este.

 Las lilas y la basura formaron una barricada de unas diez toneladas y esto evitó que la estructura fuera derribada.

 Las autoridades al cuidado de la plataforma vial indicaron que gracias a  la labor realizada por los desechos y las plantas acuáticas, los barcos quedaron separados del puente.

El tráfico vehicular tuvo que ser cerrado desde las primeras horas de la mañana, mientras que la Marina de Guerra y el Centro Diesel, empresa contrata para la operación y mantenimiento del puente, hacían esfuerzos por impedir que los buques impactaran la estructura.

A eso de las 10:00 de la mañana, el tránsito empezó a taponarse, debido a que la barcaza no efectuaba el desahogo habitual entre las avenidas Francisco Alberto Caamaño Deñó (Avenida del Puerto) y  Miguel Barceló.

A primeras horas de la mañana se presentó al lugar una comisión de oficiales, encabezada  por el inspector general de las Fuerzas Armadas, mayor general Hugo Rafael González Borrel;  el subjefe de la Marina de Guerra, contralmirante Juan Ramón Soto de la Rosa, y el  contralmirante Nicolás Cabrera Arias.

 Cuatro de los barcos pertenecen a la compañía que maneja la barcaza y los restantes a la Marina de Guerra. A los  tres barcos que se encontraban en el dique Félix Benítez   Rexac, la corriente le rompió las amarras y a su vez, se llevaron los dos que estaban cerca de La Ciénaga. Para el mediodía de ayer había prevista una reunión evaluativa del  caso.

LABOR INMEDIATA

El cierre del puente dificulta el desplazamiento vehicular  en  horas de la mañana y la  tarde.

 El trabajo de la Marina se concentra en mantener los barcos en punto de equilibrio para que no hagan contacto con la barcaza.

Los barcos más grandes pesan entre 200 y 300 toneladas,  un peso peligroso para la estructura. La tripulación que los cuida saltó despavorida.  El contralmirante Santo de la Rosa indicó que evitaron el paso de vehículos para garantizar la vida humana. Las autoridades deberán buscarle lugar a los barcos.

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