En el transcurrir de la vida, he escuchado repetidas veces esta frase: “Demasiado bueno para ser verdad”, mostrando con ella duda y desconfianza ante lo que muchos pueden ver, sentir e incluso vivir. Sin embargo, a todo esto, le agrego lo siguiente “Dios es demasiado bueno y es la verdad”. ¡Entonces! ¿Por qué dudar?
Hoy día, muchas vidas sucumben en el masoquismo, al esperar de manera inconsciente o consciente lo peor; dígase de las personas, de la sociedad, de la vida, en fin, lo peor en todo. Esto no es más que el producto acabado que nos ha vendido el mundo actual, el cual nos muestra un escenario lleno de tragedias, fracasos e infelicidad en el cual nadie da lo mejor, y siendo lo peor, la gran mayoría hemos comprado tal idea. Con esto no digo que vivamos ajenos a lo que pasa a nuestro alrededor, más bien es una invitación a disfrutar, valorar y creer todo lo bueno que a diario nos sucede.
Si bien es cierto que las experiencias vividas, nos reflejan que como sociedad no andamos bien, también es verdad que no todo está perdido, que existen seres humanos llenos de valores, dispuestos a dar lo mejor de sí y capaces de vivir en integridad.
La palabra nos dice en Mateo 24: 11-13; ¨Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo¨.
Podemos decir que a pesar de que la vida nos golpee con fracasos, engaños y traiciones, muchas veces de personas cercanas, estamos llamados a creer y perseverar hasta el fin. Hoy es un buen día para abrir las puertas de tu alma, colocar en sus paredes la fe y barrer con ímpetu la duda. Te aseguro que cosas extraordinarias sucederán en tu vida.