A poco más de un mes del Gobierno haber adoptado medidas para promover el aislamiento social ante la pandemia de Covid-19, barrios del norte del Distrito Nacional dan la impresión de que la actividad comercial ha vuelto a la normalidad y que las personas ya no tienen que permanecer en sus casas.
Más allá de las mascarillas y guantes que portan la mayoría de sus residentes, el cierre de algunos negocios y una ligera reducción en el tránsito de vehículos, sectores como Cristo Rey, Villas Agrícolas, Capotillo, Simón Bolívar y las Cañitas parece que vuelven a la normalidad anterior a la emergencia sanitaria desde la mañana hasta las 5:00 de la tarde, cuando inicia el toque de queda y sus habitantes se ven obligados a retornar a sus hogares.
Talleres de vehículos trabajando, motoconchistas y “buscones” de parqueos esperando a que se les atraviese algún cliente y personas sentadas en las afueras de sus casas era una imagen que se repetía con mucha frecuencia en las calles de estos sectores populares durante un recorrido realizado ayer en horas de la mañana.
El sustento es lo primero. Muchas de estas personas, que acataron las recomendaciones del Gobierno durante los primeros días, justifican su accionar bajo la premisa de que “no tienen a nadie que les dé y tienen que vivir del día a día”.
Tal es el caso de Crispín Martínez, el propietario desde hace 20 años de un taller de reparación de motores en Las Cañitas que luego de tres días de confinamiento se percató de que debía volver a abrir su negocio para darle sustento a su familia.
“Nosotros abrimos el negocio y atendemos a la gente que se aparezca hasta las 12:00 del mediodía, con eso podemos hacer hasta RD$500 al día y con eso nos vamos para la casa”, dijo.
Por su lado, Pascual Aybar y Manuel Benítez son dos motoconchistas de Capotillo que dicen llevar toda la vida dedicándose a esta profesión y que, aunque se ha reducido considerablemente el número de pasajeros que atienden por día, continúan ubicándose todos los días en la esquina de la avenida Nicolás de Ovando con Josefa Brea para ganarse aunque sea una tercera parte de lo que ganaban antes de la crisis.
Los primeros días
En los primeros días del aislamiento social dispuesto por el Poder Ejecutivo muchos residentes de estos sectores capitaleños acataron las medidas casi en su totalidad, con el cierre de casi todos los negocios de productos y servicios no esenciales, una circulación de personas casi nula y mayor distancia entre estas.
Retomar actividades
No obstante, con el transcurrir de los días gran parte de estos pobladores empezaron a retomar sus actividades laborales y de esparcimiento fuera de sus casas, a pesar de que el número de infectados por el coronavirus no ha parado de aumentar y que el Distrito Nacional concentra la mayor cantidad de casos.