POR LLENNIS JIMÉNEZ
Cada año, más de mil niños quedan fuera de las escuelas por falta de aulas en los barrios Guachupita, Los Guandules, La Ciénaga y 27 de Febrero.

En esos barrios la miseria empieza por la escasez de agua, se acentúa en el deficiente suministro de electricidad y termina con el desempleo.

La pobreza de estas comunidades del Distrito Nacional será planteada al gobierno este jueves, a las 4:00 de la tarde, en una marcha respaldada por los 14 sectores de la zona.

La jornada partirá de la parte baja del puente Francisco del Rosario Sánchez, donde se espera que los habitantes se sumen a la dirigencia barrial que recorrerá los cuatro sectores mencionados.

Las familias de Guachupita, Los Guandules, La Ciénaga y 27 de Febrero están acordonadas por la violencia.

Varios dirigentes reunidos ayer en el Comité para la Defensa de los Derechos Barriales (COPADEBA) informaron el inicio de las acciones en reclamo de que el gobierno ponga mayor atención en los servicios de estos barrios.

El coordinador de las Organizaciones para el Desarrollo de La Ciénaga (CODECI) y vocero del Foro Social Alternativo (FSA) en la Zona Norte, Domingo Bueno Paulino, dijo que la escuela Virgen del Carmen no da abasto para la cantidad de alumnos que tiene La Ciénaga.

Al igual que Bueno Paulino, Ana Lis de los Santos se quejó de que los estudiantes deben salir a otros sectores en busca de la educación y que con frecuencia son atracados para despojarlos de sus teléfonos celulares, tenis y dinero en efectivo. Indicó que en ocasiones, los estudiantes son heridos por los delincuentes que los atacan.

Sostuvo que el desempleo es enorme en estas barriadas, que muchos padres no cuentan con recursos para comprarle los útiles escolares a sus hijos y que en cada esquina se cuentan hasta 40 jóvenes que no van a la escuela, ni laboran.

La escasez de agua y la deficiente vigilancia policial son otros de los males.

LAS RATAS ENFERMAN

Domingo Bueno Paulino denunció que la contaminación es espantosa en estos sectores y que las ratas y ratones que proliferan en esos espacios han mordido a varias personas, cuatro de las cuales murieron el mes pasado por las mordeduras.