Más de 50 mil sacos de desechos sólidos han sido retirados del río Ozama en los últimos cuatro años  por las organizaciones comunitarias de la zona  entre los barrios Simón Bolívar y Los Guandules, que venden los desperdicios al Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN).

Para retirar los desperdicios las entidades agrupadas en la Fundación para el Saneamiento Ambiental Comunitario (FUNSACO) emplean el servicio de pequeñas embarcaciones que cobran alrededor de mil pesos por día.

En principio el trabajo dentro del Ozama se hacía mediante lanchas impulsadas a remos pero, debido a la lentitud por el gran peso de los desechos sólidos, hubo que cambiar a motor.

Gilberto Santos, presidente de FUNSACO; y Carlos Enrique Arias, gerente general,  explicaron que debido a las dificultades para penetrar al río, por las altas pendientes, han tenido que utilizar hasta sogas para bajar y arrasar con la basura en las laderas.

Destacaron el respaldo que ofrece el ADN con la compra de la basura, a razón de 25 dólares la tonelada, lo que ha permitido a muchas personas pobres trabajar y conseguir el sustento de sus familias. 

Señalaron que, además de encargarse de la recogida de la basura, han hecho encaches, destape de filtrantes y reparaciones  de aceras y contenes que estaban en tan mal estado que impedían el tránsito de los ciudadanos; la inversión es de alrededor de RD$200 mil.

Uno de los filtrantes que llevaba años taponado y que fue solucionado es el que está ubicado en la intersección de las calles Respaldo Ocho y 30 de Mayo. En tiempos de lluvia, explicaron, hasta impedía el paso de los  vehículos.

Con los pocos recursos que obtienen de las ganancias por la recogida de los desechos sólidos estos comunitarios contratan máquinas perforadoras, compran materiales y pagan mano de obra a técnicos especializados.

En Gualey la Fundación intervino el callejón Los Canquiñeros, donde fueron cambiadas tuberías rotas que llevaban la materia fecal directamente al río Ozama e impedía la entrada de los carretilleros.