El presidente Barack Obama, a quien sus compañeritos cuando tenía seis años en Yakarta, Indonesia, denominaban “Barry”, luce un gobernante acorralado y rehén del sistema que conduce el destino de los Estados Unidos y casi la totalidad planetaria, el poderoso complejo militar-industrial.

Al cumplir el primer año de administración el 20 de enero último y pronunciar el día 27 su primer discurso sobre el estado de la Unión, el primer gobernante norteamericano de color propuso congelar por tres años el gasto doméstico con el propósito de ahorrar US$250 mil mm y reducir el déficit manicomial que en 2009 registró US$1,4 billones traducido a un 10% del PIB.

En enero 21 último, Barry Obama anunció su decisión de restringir el albedrío bancario y limitar a éstos en tamaño, un desafío a Wall Street y a nombres sonoros de ancestrales abolengos como JP Morgan-Chase, Citigroup y Bank of America, también rehenes del gobierno considerando el desembolso que hizo de US$700 mil mm para rescatarlos del abismo de quiebra originado por los créditos subprime del sector inmobiliario que estallaron la burbuja especulativa y tóxica en 2008 y que mantienen a la aldea planetaria al filo del precipicio de la ruina.

EI presidente Obama no ha conseguido modificar el Medicare, anular el presidio de Guantánamo, frenar los proyectos nucleares de Teherán y Pyongyang, cero avance con La Habana, Damasco, Caracas, Cercano Oriente (Israel y Palestina), no restituyó al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ni apagar las hogueras de Afganistán e Iraq. 

El mismo día en que cumplía su primer año de mandato, el Partido Demócrata perdió por primera vez en 37 años la senaduría de Masachusetts que fue coto del finado Edward Kennedy, de un simplón nudista como Scott Brown, perdiendo el dominio del Senado.

El 18-11-09 acordó con su homólogo chino Hu Jintao anular diferencia en materia de derechos humanos y el 2 del presente mes anunció que recibiría al Dalai Lama…