QUITO (AFP).- La construcción de un radar en la frontera con Colombia, anunciada este lunes por el gobierno de Ecuador, generó temor en la provincia de Esmeraldas ante versiones de que se establecerá allí un helipuerto para naves de Estados Unidos comprometidas en el Plan Colombia.
El Ministerio de Defensa informó que la Fuerza Aérea de Ecuador (FAE) construye de manera «prioritaria» el sistema de radar en un área montañosa del poblado de San Mateo, Esmeraldas (noroeste), afectada «por el tráfico de estupefacientes y el conflicto interno que vive Colombia».
La costera Esmeraldas «se encuentra afectada por el tráfico de estupefacientes y el conflicto interno que vive Colombia con la guerrilla, por lo cual se requiere instalar de manera urgente un sistema de radar para el control del espacio aéreo», reza el comunicado.
La prensa local reveló que las obras de remoción de tierras en el cerro Zapallo iniciaron la semana pasada luego de que la FAE comprara un terreno de 17 hectáreas, con autorización del gobierno local, para construir el radar.
El anuncio fue recibido con recelo por parte de dirigentes de Esmeraldas. «La Fuerza Aérea no sólo pretende construir un radar en ese cerro, sino toda una base para helicópteros», denunció Eugenio Jijón, ex miembro de la Asamblea.
«Diecisiete hectáreas son demasiadas para la construcción de un radar. Ahí se construirá una sede militar para los helicópteros de Estados Unidos que realizan operaciones antinarcóticos en Colombia», agregó Jijón en declaraciones a la prensa local.
Esmeraldas, donde están ubicados importantes tanques de almacenamiento de petróleo, es un punto clave dentro del Plan de Defensa Nacional de Ecuador.
Las suspicacias sobre la construcción del radar fueron rechazadas por el jefe del comando de Operaciones del Norte, Alan Molestina. «Aquí estamos construyendo un radar. Ese es un elemento sumamente importante para la defensa aérea de nuestro país. Aquí no se está construyendo ningún helipuerto», dijo.
«La Fuerza Aérea Ecuatoriana compró 17 hectáreas porque las ondas de este radar afectan a las comunicaciones y en el lugar hay otras antenas de las Fuerzas Armadas, de la Policía, de varias emisoras y de empresas de telefonía celular. Por eso, tratamos de aislarlo lo más posible», concluyó Molestina.
Ecuador y Estados Unidos suscribieron en diciembre de 1999 un acuerdo que permite a Washington el acceso y uso de una base de la FAE hasta el año 2009 -ubicada en el puerto pesquero de Manta, 260 km al suroeste- para operaciones aéreas antidrogas, y considerado de vital importancia por las autoridades norteamericanas.
Sectores de izquierda sostienen que al permitir el uso de la base de Manta a Estados Unidos, Ecuador se ha involucrado en el conflicto colombiano, lo cual es negado por el Ejecutivo nacional.
Recientes denuncias de prensa ecuatoriana señalaron que las avionetas antinarcóticos que fumigan la región del sur de Colombia, que limita con Ecuador, son piloteadas en su totalidad por ex combatientes estadounidenses pagados por Washington en el marco del Plan Colombia.
Quito ha solicitado a Colombia que suspenda las fumigaciones con el herbicida glifosato en la zona limítrofe hasta tanto se compruebe su efecto sobre el ecosistema y la salud humana, lo cual ha sido negado por Bogotá.
Tras su posesión, en abril último, el presidente Alfredo Palacio garantizó a Estados Unidos que mantendría la línea de su antecesor, el depuesto Lucio Gutiérrez, con respecto a la estrecha colaboración en la lucha antidrogas.
Estados Unidos ha aportado a Bogotá unos 3.500 millones de dólares en los últimos cinco años, representados en asesoría y equipos militares, en el marco del Plan Colombia contra el narcotráfico y los grupos rebeldes y paramilitares.