La basílica de Higüey, construida en homenaje a la unción mariana a la Virgen de La Altagracia, fue inaugurada el 21 de enero de 1971, hace 47 años, en un solemne acto que encabezó el presidente Joaquín Balaguer y con asistencia de cardenales, arzobispos y obispos del continente. Los miembros del cuerpo diplomático y consular acreditados en el país también estuvieron presentes en la ceremonia, que coincidió con la celebración del día de Nuestra Señora de La Altagracia. El Papa Paulo VI estuvo representado por el cardenal José Humberto Quintero, arzobispo de Caracas.
Los actos de inauguración del templo se iniciaron con una sesión del Congreso Nacional, donde el presidente del Senado, Dr. Adriano Uribe Silva, entregó al Presidente una resolución mediante la cual se declaró la basílica como “monumento nacional”. Fue el Jefe del Estado que pronunció el discurso principal del acto, tras de lo cual entregó la llave del monumento a monseñor Juan F. Pepén, obispo de la diócesis de La Altagracia.
El representante del Papa pronunció una homilía en la misa que después de la inauguración se efectuó en la iglesia, al tiempo que monseñor Eliseo Pérez Sánchez y el ingeniero Manuel Alsina Puello, secretario de Obras Públicas, entregaron a Balaguer una hoja simbólica del naranjo del retablo de la virgen, tallado en caoba. La misa pontificial la oficiaron los prelados invitados, ceremonia religiosa que fue cantada por el Coro Nacional y el de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, con acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Nacional. El cantante Niní Cáffaro interpretó la canción de Rafael Solano “Cuando Pases por Higüey”.
La imponente basílica surgió de la mente de monseñor Eliseo Pérez Sánchez, cuando dirigía la iglesia mayor de Santiago, hoy elevada a catedral. El 20 de enero de 1943 el sacerdote lanzó la iniciativa de la construcción de un gran templo en Higüey, donde desde tiempo inmemorial se venera la sagrada imagen de la virgen de La Altagracia. En la ocasión el prelado dirigió una exhortación al pueblo dominicano en solicitud de apoyo y cooperación para la realización del magnífico monumento religioso que “sirviera de adecuado hogar a la madre espiritual de los dominicanos”.
Cuatro años después, exactamente el 7 de junio de 1947, el Congreso Nacional dispuso la realización de la obra, que en principio se previó un costo de 600 mil pesos. La resolución dispone que “el templo será construido por el Gobierno, y de acuerdo con los planes y anteproyectos que apruebe el Poder Ejecutivo”. Esa suma, expresa la resolución, “será aportada por el Estado, el Partido Dominicano y aportes de particulares”. Tras un concurso internacional en el que participaron numerosos países, se escogió el proyecto de los arquitectos franceses Dunoyer de Segonzac y Pierre Dupré, quienes estuvieron presentes en la inauguración.
En su interior el templo está constituido por una nave principal y un crucero cubierto por un conjunto de bóvedas que se penetran para reforzar y escalonarse hasta culminar en un arco inmenso que sostiene una escultura calada de la efigie de la Virgen. En la parte Noroeste está un emblemático museo que contiene miles de motivaciones alegóricas a la madre espiritual de los dominicanos. El Banco Popular Dominicano contribuyó efectivamente a la instalación de este museo, según se informó.
Un día para la historia de Higüey
El cinco de octubre de 1954 pasará a la historia del pueblo de Higüey con caracteres inolvidables. Ese día en presencia de millares de fieles se bendijo y colocó la primera piedra de la monumental basílica, en terrenos donados por el ciudadano higüeyano Baudilio Garrido. El acto de donación de los predios fue legalizado por el Dr. R. Eneas Saviñón, Notario Público de los del Número del Distrito Nacional. En presencia de autoridades civiles y religiosas, el ingeniero Salvador Dájer, secretario de Obras Públicas y presidente ex oficio de la Junta Erectora de la Basílica, y monseñor Pérez Sánchez, dieron los picazos simbólicos que dejaron iniciados los trabajos de construcción del monumento. Entre los asistentes a la ceremonia se encontraban los señores Julio A. Rid, gobernador provincial de La Romana (no se había creado la provincia La Altagracia); Arq. Dunoyer de Segonzac, autor del proyecto; padre Tomás Núñez, párroco de Higüey; Lic. Luis Julián Pérez, vicepresidente de la Junta Colectora; Humberto Ruiz Castillo, ingeniero asesor del Poder Ejecutivo; Lic. Adolfo Valdez Martínez, presidente del Ayuntamiento, y el síndico Emilio A. Méndez Núñez.
Terminada la ceremonia se trasladaron los asistentes al santuario de la Virgen, próximo al parque central, donde se ofició una salve en acción de gracias. En el acto, Pérez Sánchez dijo que “en esta grandiosa obra no habrá etapas para su construcción porque sus trabajos seguirán ininterrumpidamente hasta el fin, por la oportuna cooperación del pueblo dominicano”.