Toda esta melancolía, este amor al papel, es como tantas otras cosas que nos han parecido detestables. ¿Cómo íbamos a sustituir el pañuelo por el kleenex? Pues lo hemos hecho y tantas mil cosas más», contestó una vez el escritor español Vicente Verdú a la repetida pregunta de ¿Desaparecerán los libros impresos?.
Pero no todos están de acuerdo, pues para el poeta y catedrático Basilio Belliard los libros vinieron para quedarse en la memoria de los lectores, dijo en su conferencia, El Libro en la Era Global, que ofreció en la sede de la Fundación Corripio.
Ellos (los libros) sirven para fijar la eternidad de las palabras. Como depositarios del saber y la cultura escrita; los libros nos permiten ver y viajar, de ahí que leer sea un acto de viaje inmóvil y una aventura de la imaginación y la fantasía, elementos que nos permiten recrear y re-actualizar lo vivido, comentó.
La presentación de Belliard, Premio Nacional de Poesía Salomé Ureña de Henríquez, estuvo a cargo del ensayista, Plinio Chahín. presidieron el encuentro, además Jacinto Gimbernard, director ejecutivo de la Fundación Corripio y Jorge Tena Reyes, asesor.