El baloncesto de Puerto Rico, pese a los escollos creados tras el paso del huracán María y limitantes económicas, que continúa siendo un factor vital, aspira volver a clasificar para un Mundial y estar en los Juegos Olímpicos de Japón.
Así lo proclamaron Alfredo Morales, director administrativo del representativo boricua, y el dirigente Eddie Casiano. Ambos se encuentran en el país, junto al exjugador Miguel Dionisio, impartiendo charlas sobre administración deportiva y dirigencia baloncestística.

Eligieron como escenario el techado del Club Sameji, equipo para el que accionó Dionisio por varios años, y que tuvo la iniciativa.

«Personal tenemos, está, existe, tenemos el talento, se puede llegar lejos, aunque debemos tener paciencia», estima Casiano, un exjugador estrella, hoy uno de los más cotizados técnicos de la isla. Morales entiende que «la aspiración que nos hemos propuesto no es fácil, requiere de muchos recursos; esto es parte de nuestras responsabilidades y esperamos poder lograrlo».
Otro de los grandes retos que enfrenta Puerto Rico, que involucra al ejecutivo Morales es el de dar continuidad al tradicional campeonato de baloncesto superior del país, luego de la tragedia originada por María, en todos los sentidos, desde lo humano hasta lo económico y anímico.

«Una crisis nunca vista golpeó en todas las facetas y esperamos levantarnos», dijo Casiano. Mientras Morales promete que se buscará todo lo humanamente posible para que el tradicional torneo no pause. La calidad del baloncesto puertorriqueño, a juicio del coach Casiano, está en una fase de renovación, quizás como el propio de República Dominicana, en su caso carente de jugadores de estatura, pivot y tiene posiciones 1-2-3.