¡Basta de tanta amabilidad!

¡Basta de tanta amabilidad!

He opinado hasta la saciedad que la impunidad es lo que impulsa a políticos sin escrúpulos a desflecar los fondos públicos puestos bajo su cuido; que parece increíble que una sociedad que tiene recluidos en Najayo a banqueros, empresarios, comerciantes y otros condenados por delitos o crímenes de cuello blanco les extienda la cortesía de no tener que compartir encierro con ningún político; que hay árganas cuyo peso quiebran el lomo de cualquier mulo o caballo…

Y ahora por fin la Cámara de Cuentas documenta con una auditoría lo que la mayor parte de la opinión pública venía sospechando desde hace décadas del descarado político Amable Aristy Castro: que bajo su dirección en la Liga Municipal Dominicana han ocurrido malversaciones flagrantes que merecen la acción de la justicia.

El reinado del caciquito higüeyano en la LMD ha durado más de doce años, desde que Joaquín Balaguer, cazurro experto en aprovechar las pequeñas habilidades de sus grandes protegidos, vio necesario poner a este “aparatchik” reformista en la íntima cercanía de una de las más generosas ubres de la res pública. ¡Y qué ordeño ha hecho!

Al fin parece que han pillado al aspirante presidencial reformista, cuya anterior campaña incluyó escenas tan vergonzosas como tirarles salamis (o medios salamis cuando había que rendir la cosa) a las masas pobres que salían a verlo recorrer calles y caminos, y literalmente bombardear papeletas, dinero contante y sonante, desde un helicóptero cuyo financiamiento nunca ha estado del todo claro.

Según una auditoria a la Liga Municipal Dominicana hecha por la Cámara de Cuentas, en apenas uno de los doce años en los que Aristy Castro estuvo ordeñando, la Liga gastó más de RD$116 millones en beneficios personales del actual senador por La Altagracia. Sin contar otras lindezas, sólo en saldar cuentas personales de Aristy Castro, según ha publicado la Cámara de Cuentas, la liga gastaba en promedio RD$317,808.22 ¡diariamente! ¡Incluyendo sábados y domingos!

En medio del nerviosismo por la posibilidad de una repostulación del Presidente Fernández y el desbarajuste del PRD por la inepcia y torpeza del precandidato perdedor de su convención, la revelación de los asombrosos datos referidos ha merecido una reacción anestesiada de la opinión pública.

Pero la verdad que ya basta de tanta amabilidad. Aun cuando el “timing” sea sospechoso, no puede ser que la impunidad siga enseñoreada y que la Justicia no actúe. ¡Por Dios!

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