Basura

Basura

En Santo Domingo Este hay basura por doquier y las autoridades del municipio no tienen respuesta para tan grave problema.

Se atribuye la situación a que la administración del relleno sanitario de Duquesa ha endurecido los requisitos para permitir depositar desechos allí.

En realidad, los municipios que utilizan Duquesa están sujetos todos a los mismos requisitos. No se entiende, entonces, por qué el más perjudicado resulta ser Santo Domingo Este.

Debido a que la basura no está siendo recogida, los munícipes, que tampoco han recibido orientación para administrar el problema, están haciendo vertederos donde les resulta más cómodo. Las lluvias de los últimos días han desparramado los desperdicios de muchos de esos y hay una amenaza real para la salud, principalmente de los niños.

Las autoridades municipales de Santo Domingo Este dicen ahora que depositarán los desechos en el relleno sanitario de Haina, pero no parece que haya un acuerdo definitivo sobre el particular, pues la administración de ese vertedero no parece dispuesta a aceptar basura de otros municipios.

El problema de la basura en Santo Domingo Este no es de estos días, pero las autoridades municipales estuvieron muy ocupadas en la campaña electoral y, según las muestras, no tuvieron tiempo para cumplir sus obligaciones en cuanto a la basura.

Las lluvias han estado haciendo estragos en muchas partes del país y lo menos que podemos esperar es que a los problemas derivados de las inundaciones se agregue el riesgo de enfermedades por basura mal dispuesta, amontonada en cualquier esquina.

Hay que actuar rápido para eliminar la acumulación de basura en Santo Domingo Este. Hemos tenido bastante lluvia en las últimas semanas y esto puede darnos una idea de cuán activa podría ser la temporada ciclónica que se inicia el primer día de junio.

Las autoridades de Santo Domingo Este deben recuperar el tiempo malgastado en campaña electoral y darle respuestas adecuadas al problema de la basura.

[b]Improcedente[/b]

La mayoría de los carros del transporte urbano, por no decir todos, funcionan con gas licuado de petróleo (GLP), aprovechando una distorsión que desvía hacia el sector transporte los beneficios de un subsidio destinado a los hogares.

Las fluctuaciones en los precios de los combustibles, que se producen semanalmente por mandato de ley, no afectan al GLP, que se mantiene en RD$25 por galón.

No procede, entonces, que los choferes del concho aprovechen las alzas en la gasolina y el gasoil para aumentar los pasajes, pues el combustible que utiliza la mayoría de ellos tiene precio fijo. Los demás costos operacionales de los carros del concho no fluctúan necesariamente cuando fluctúan los precios de la gasolina y el gasoil, sino que son más susceptibles de ser afectados por la tasa de cambio.

Por eso resultaría improcedente que las autoridades permitan que los choferes del concho dispongan un aumento desproporcionado de los pasajes partiendo de un argumento que no corresponde.

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