Las imágenes confirman el desorden y abandono en las afueras del Comedor Económico de Cristo Rey
La vida nocturna en las afueras del Comedor Económico de Cristo Rey dista de la que se ve toda la semana, de lunes a domingos, desde las 11:00 de la mañana, hora cuando decenas de personas de escasos recursos llegan para almorzar de un servicio de comida que antes de la pandemia era a 10 pesos por ración y que ahora se dispensa gratis.
Y es que, todos los días desde las 7:00 de la noche, un pequeño mercado improvisado de verduras y vegetales que opera en la calle de nombre Avenida de los Trabajadores, esquina Arzobispo Romero (La 41), se recoge para dar paso a varios indigentes que conviven entre el desorden, justo donde también se destaca un basurero, pese a que los residentes de la zona ignoran el letrero que prohíbe lanzar desechos y que además advierte «evite caer preso«.
Hasta drogas consumen
A esto se suma la falta de pintura de las paredes de las casi dos cuadras que cubre las instalaciones del comedor estatal, el hedor a orina y heces fecales y el paso constante de ratas, conjugado con personas que usan las inmediaciones para el consumo de estupefacientes, a pocos metros de un destacamento de la Policía Nacional.
La puerta rota
En el caso del interior del comedor, en la entrada principal, se puede ver desde lejos el estado en el que está una puerta de madera, parcialmente rota.
Contribuye a creación de enfermedades
Esas condiciones, dicen algunos vecinos, no sólo dificulta la correcta convivencia, ya que el sucio que impera contribuye a la creación y propagación de diferentes enfermedades, también afea el lugar, evitando que ancianos, jóvenes y niños puedan estar o transitar libremente por esas aceras.
Un clamor a la Alcaldía del Distrito
En ese sentido, los residentes de famoso sector capitalino hicieron un llamado a las autoridades, especialmente a la Alcaldía del Distrito Nacional, para que devuelva la tranquilidad y las mejores condiciones, como cuando trasladaron a más de 76 comerciantes al Mercado de Cristo Rey, que antes convivían con el desorden en casi dos cuadras de La 41.
En el 2016 el Gobierno inauguró el nuevo mercado, que contribuyó a la salubridad de los residentes de las calles 41 y 38.