¿Será verdad tanta belleza? Fue lo primero que me pregunté cuando leí la noticia sobre el anuncio de la alcaldía del Distrito Nacional de que perseguirá y sancionará a las personas que arrojen basura en calles y avenidas, para lo que se auxiliará de las macanas de la Policía Nacional. Y como una pregunta lleva, inevitablemente, a la otra, aquí va la siguiente: ¿Cómo hará la alcaldía para perseguir y sancionar una práctica tan extendida y “natural” para la mayoría de los habitantes de esta ciudad como respirar o cambiarse de ropa? Porque la mala costumbre de los ciudadanos de tirar la basura en calles y avenidas, que mantiene permanentemente dañado el sistema de drenaje de la ciudad de Santo Domingo, obligando al Estado a invertir cientos de millones de pesos cada año en su rehabilitación en lugar de invertirlos en resolver algunos de los miles de problemas que agobian a este país, no va a cambiar de un día para otro a menos que nos obliguen a cambiar con sanciones drásticas, sin excepciones; es decir, desde el munícipe de a pie, hasta el gran empresario. No sé hasta donde el alcalde David Collado cuenta con la logística mínima necesaria para garantizar el cumplimiento de su “firme compromiso” de sancionar a quienes arrojen basura en calles y avenidas, a los que debería advertir, a través de una campaña educativa por radio y televisión, que su mala costumbre tendrá consecuencias, para que luego no aleguen ignorancia. Lo que sí puedo garantizarle al emprendedor alcalde es que nadie creerá en ese anuncio, por mejores resultados que prometa de antemano, hasta que presente a los primeros sancionados por faltar a su deber cívico de mantener limpia la ciudad. Solo así sabremos que, efectivamente, la cosa va en serio.