WASHINGTON. Errico Auricchio producía queso con su familia en Italia hasta que trajo su negocio a Estados Unidos hace más de 30 años.

Ahora, la Unión Europea afirma que el queso de Auricchio no es lo suficientemente auténtico para que lleve un nombre europeo. Como parte de las conversaciones comerciales, la Unión Europea quiere que se prohíba la utilización de nombres como parmesano, feta y gorgonzola en quesos fabricados en Estados Unidos.

El argumento es que esos productos son una sombra de las variedades originales europeas al tiempo que afectan las ventas y la identidad de los quesos europeos. Auricchio, presidente de la empresa BelGioioso Cheese Inc., con sede en Wisconsin, dijo que no tiene idea de cómo llamar a su parmesano si tiene que denominarlo de otra manera.

“No puedo creer que no sea parmesano”, señaló en broma. Según la UE, el parmesano debe provenir sólo de Parma, Italia, no de la planta de Auricchio ni de los conocidos cilindros verdes que venden compañías estadounidenses.

El feta sólo debe provenir de Grecia, dicen los europeos, aunque la palabra no se refiere a lugar alguno. La UE arguye que el queso feta “está tan estrechamente vinculado con Grecia que inherentemente se le identifica como un producto griego. Para la UE, cualquier queso duro rallado en la pasta no iguala al parmesano.

Los productores de leche, los fabricantes de quesos y las compañías en Estados Unidos todas se oponen a la idea de la UE que, en su opinión, causará perjuicios por 4.000 millones de dólares a la industria interna del queso y confundirá los consumidores.

“En verdad desconcierta que los europeos pretendan imponer restricciones a productos que se han vuelto populares en otros países”, dijo Jim Mulhern, presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche en Estados Unidos.

La Unión Europea no precisa su propuesta ni si el tema será tratado esta semana en la nueva ronda de conversaciones sobre libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, que comenzarán en Bruselas.