“¡Esta es la misión número 19 en el país!” –expresa orgulloso el Dr. Jonathan Armas, cirujano, un valioso voluntario que forma parte de los 50 profesionales que durante estos días luchan a brazo partido para que cientos de niños y niñas hagan realidad la alegría de poder sonreir… Píndaro se lo ha encontrado en los pasillos del hospital asistencial donde se lleva a cabo una labor que completa todo un sistema integral de programas, totalmente gratuitos, que incluye nutrición, terapia de habla, psicología y odontología, y que entrega todos los medicamentos para sus situaciones post operatorias… El Hospital General de la Policía es la sede que ha abierto sus puertas a profesionales de gran valía provenientes de diversos países que ya pueden ser considerados como “Batallón por la sonrisa”… En él no hay cabos, sargentos, tenientes… ni nada por el estilo… “Somos un grupo de buena voluntad por la salud, que está compuesto por: 7 cirujanos plásticos de Honduras, Argentina, USA, Nicaragua, Perú, Venezuela y República Dominicana. 6 anestesiólogos de los Estados Unidos, España, Colombia y Venezuela. 3 pediatras de Noruega, Estados Unidos y República Dominicana. 4 odontólogos locales. 15 enfermeras de Canadá, Australia, Suecia, Estados Unidos, Honduras, Bolivia, Perú y Guatemala. Un biomédico de Venezuela. dos terapeutas del habla de los Estados Unidos y República Dominicana. Cuatro psicólogas dominicanas. Cuatro encargados de llevar récords médicos, provenientes de los Estados Unidos y de República Dominicana. Y, cuatro fotógrafos de pacientes procedentes de Ecuador y de nuestro país”.
Mientras Píndaro escucha atentamente a este consagrado médico, justo se integra a la conversación Paul Martínez, quien funge como responsable de tan loable tarea y que, al escuchar la información ilustrativa que es ofrecida, no pierde oportunidad y expresa: “Píndaro, nuestro batallar ha sido bautizado como ‘Operación Sonrisa República Dominicana’ y surge desde que en el 1982 el cirujano plástico William Magee y su esposa Kathleen estaban de viaje por Filipinas operando a niños con labio y/o paladar hendido… Eran tantos los casos que establecieron un compromiso que luego se convirtió en viral internacional, alcanzando motivar a voluntarios en 60 países para beneficiar, gratuitamente, a miles de niños”…
“Y, qué tan grande es la incidencia de estos casos?” –cuestiona Píndaro… “Uno de cada 700 niños en el mundo nace con paladar y/o labio hendido y, lo triste del caso es que un bebé que nace con estas condiciones tiene el doble de probabilidades de morir antes de llegar a su primer año de vida… Lamentablemente, hay escasez de personal médico para cubrir la creciente necesidad y acumulación de estos casos… Cada tres minutos nace un niño así en el mundo, siendo propenso a tener un menor peso que aquellos que nacen sin fisuras… Se estima que unas 2,000 millones de personas, o un cuarto de la población mundial, no tiene acceso a atención quirúrgica elemental y… ¡Esto es una lástima!… Reparar un labio y/o paladar hendido puede tardar tan sólo 45 minutos, cambiándole así y para siempre la vida a un niño”.
Mientras Paul así se expresa, a Píndaro le saltan grandes inquietudes… y, le interrumpe: “¿Y, por qué Operación Sonrisas República Dominicana?”… La respuesta no se hace esperar: “La fundamos en el 2009 y los lugares establecidos para las misiones internacionales ya son, además de la capital, La Vega, La Romana, Monte Plata y Santiago… El promedio de niños que nacen anualmente con labio y/o paladar hendido asciende casi a los 300… Nuestra organización logra operar entre el 50 y 60 por ciento de ellos…”.
“¿Cuáles metas han alcanzado en sus esfuerzos?” -cuestiona Píndaro… “Antes de esta misión actual, ya habíamos completado 18, operando gratuitamente 1,100 niños hasta agosto pasado y ofreciendo consultas a más 1,300 aprovechando voluntarios locales médicos y no médicos que ya son más de 50, desarrollando semanalmente programas odontológicos, y terapia del habla y nutrición…”.
Con muchísima curiosidad –como siempre- nuestro amigo Píndaro mira a su alrededor en los pasillos del hospital mientras escucha a Paul, y cuestiona: “¿Y en el campo de la odontología, cómo ha ido eso?”… A lo que recibe una pronta y orgullosa respuesta: “Nuestras Misiones Odontológicas Masivas ya ascienden a 4, que han logrado atender, exitosamente, a más de 2,300 pacientes… A todos nuestros pacientes se les da un seguimiento de 3 post operatorios: A una semana de operados, seis meses después y luego al año… Desde 2015, desarrollamos un Registro Nacional de Pacientes, donde ya hay registrados 302 pacientes potenciales para cirugía reconstructiva de labio y/o paladar hendido…”.
“Y, cómo se financia Operación Sonrisa para llevar a cabo todo este valioso trabajo a la comunidad dominicana?” –cuestiona Píndaro-… “Todo lo que ofrecemos a los pacientes, es gracias a nuestros patrocinadores nacionales e internacionales, entre los cuales hay instituciones que valoran lo que es la responsabilidad social de su misión como empresas… Además, el 90% de los insumos médicos que utilizamos en nuestras misiones son donados por nuestra casa matriz, Operation Smile Inc, la cual tiene 35 años dando servicio a los más necesitados en más de 60 países del mundo…”.
Mientras Paul ha estado conversando, Píndaro enfoca su vista hacia una carpeta que está sobre una mesita que dice: ‘Lo dos puntos más importantes para Operación Sonrisas son que nuestros pacientes tengan seguridad y se les respete su dignidad’… y exclama: “¡Viva el batallón por la sonrisa!”.