Batey Lechería todavía espera   por ayuda

Batey Lechería todavía espera   por ayuda

POR CARMEN MATOS
BATEY LECHERIA, Villa Altagracia.-
Las casi 400 familias que componen a esta comunidad se pasan los días esperando ansiosos por las ayudas gubernamentales que ya se han extendido a los poblados cercanos de La Cueva y Los Guananitos.

Aunque no fueron afectados por inundaciones, las crecidas de los ríos Catareicito, Haina y Duey destruyeron el puente que les comunica con la ciudad de Villa Altagracia, donde la mayoría se integra a la actividad comercial y adquiere provisiones.

El aislamiento también impactó a la docencia que quedó suspendida desde el pasado lunes 29, esto, porque los maestros que imparten clases en la escuela local no han podido trasladarse desde la ciudad.

 Tampoco han  cruzado los estudiantes que asisten a la escuela de allá, porque el camino que antes era de tres kilómetros, se convirtió en un peligroso trayecto que  sobrepasa los 13 kilómetros.

A esto se suman las carencias de agua potable, energía eléctrica, servicio telefónico y alimentos que mantienen a la gente en zozobra, según avanza una conversación en el descuidado parque central.

De igual forma, comienzan a sumarse las enfermedades respiratorias y alergias en la piel por el contacto con aguas contaminadas.

Los lugareños afirmaron sentirse olvidados por las autoridades, porque ni siquiera los organismos de socorro se presentaron a la zona.

Allí sólo se registró una víctima, José Cepeda, de 72 años de edad, quien murió a causa de un infarto, cuando se enteró de que  estaba arrinconado por las aguas.

Narraron que el pánico se apoderó de los vecinos que no durmieron por varias noches por temor y “preparándose para lo peor”.

Muchos dijeron que por las carencias de provisiones y dificultades de traslado, han tenido que sostenerse  en base a  las naranjas de unas plantaciones cercanas, arriesgando incluso su vida, pues los guardas utilizan escopetas para disparar contra  todo aquel que se acerque al fruto.

La  superación

La vida está llena de sacrificios, así lo confirma  Alejandrina Mercedes, una estudiante universitaria que arriesga su vida todos los días, atravesando la crecida del río Haina en un caballo hasta Villa Altagracia.

 La travesía de una hora y media, que hace junto a su hermano Joel, tiene como destino la sede de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en el Distrito Nacional, donde cursa el monográfico de una licenciatura en Informática.

 Como ella, otras cuatro estudiantes cursan estudios en la  academia, sin embargo, no tienen las mismas posibilidades o capacidad de resistencia que esta valerosa joven.

Algo de historia

El Batey Lechería está ubicado a unos cinco kilómetros de la ciudad de Villa Altagracia y limita al oeste con La Cueva y al Este con Los Guananitos.

Está rodeado por los ríos Catareicito, Haina y Duey.

La comunidad debe su nombre a que durante la dictadura de Rafael L. Trujillo, aquí funcionaba una lechera. De esto sólo quedan cientos de vacas que pastan en las cercanías.

  La defensora de los derechos haitianos, Sonia Pierre, es oriunda de este poblado que apenas sobrepasa los 2,000 habitantes. Su familia aún vive aquí.

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