POR CARMEN MATOS
Las huellas de lodo en las paredes de cientos de viviendas en Bayona evidencian la altura de más de tres metros que alcanzaron las aguas del río Haina-Manoguayabo, que desde el pasado fin de semana han penetrado varias veces  las  comunidades de El Cielo y Villa Nazareth, en Santo Domingo Oeste.

Sin embargo, la realidad más triste es la de aquellas casitas que no tienen la singular huella del fango, porque significa que  llegaron a ser cubiertas en su totalidad por la crecida del río, producto de las  constantes lluvias que trajo consigo la tormenta tropical Noel.

 Apenas ayer, cientos de residentes regresaron a sus hogares por primera vez desde el pasado lunes, tratando de salvar aquello que no fue arrastrado, pero como atestiguaban las miradas perdidas y plegarias abiertas de socorro, fue poco lo que se salvó.

Las familias afectadas que según líderes comunitarios sobrepasan las 60, en su mayoría lo perdieron todo ante la inminente entrada de las turbias aguas.

Los damnificados, fueron distribuidos en   nueve  escuelas públicas del municipio, donde la Gobernación de la provincia, el Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste y la Dirección de Aduanas entregaron raciones alimenticias, colchones, sábanas, así como también ropa, medicamentos y agua potable.

Empero, las ayudas no parecían ser suficientes, ya que durante un recorrido por la zona de devastación, decenas de niños y adultos afirmaban que a prima tarde,  todavía no habían comido nada.

Los afectados, que en su mayoría se dedican a oficios informales manifestaron preocupación, ya que para ellos “un día sin trabajo es un día sin ingreso”.

El paso de la tormenta tropical Noel ha dejado escenas de devastación en casi todos los barrios populares del municipio de Santo Domingo Oeste.