En antiguas civilizaciones griegas y romanas, los famosos vasos o tinajas, conocidas como ánforas, eran utilizadas de múltiples formas. Desde ser el utensilio ideal para trasportar aceite y vino de una ciudad a otra, también se usaban en las ceremonias sacras y profanas para el lavado de pies y manos.
Afortunadamente, hoy día las ánforas son elementos que desempeñan la función de elegantes complementos decorativos para cualquier mesa o estante. Suele confundirse a las ánforas con los jarrones debido a que tienen formas y estilos parecidos pero, según la decoradora, Yonaira Merejos, los jarrones son siempre de forma alargada y se utilizan para colocar flores o ramas ornamentales. Mientras que las ánforas adquieren por sí solas el protagonismo del lugar en el que se les coloque y pueden tener dimensiones cortas y redondeadas. Si lo prefiere puede disponer en su interior algunas frutas o bolas decorativas. Una característica que las distingue es que tienen dos asas en la parte superior. Es posible encontrar una gran variedad de ánforas en el mercado. Materiales, colores y formas hay para elegir.
Aquí una pequeña muestra.