El economista Rubén Peña Pichardo declaró que el Banco Central (BC) pone a circular RD$ 2,000 millones inorgánicos mensuales, de manera sostenida, para pagar los intereses de los certificados emitidos a favor de los ahorrantes del Banco Intercontinental (BANINTER) y de otras instituciones financieras quebradas.

Esta situación, conjuntamente con «la falta de confianza, motoriza la incertidumbre actual», sostuvo.

Peña Pichardo, ex director de la Tesorería Nacional, expresó que “mientras esta cantidad de dinero sin respaldo fluye al mercado con la vocación de captar dólares, el presidente Hipólito Mejía no muestra interés por contribuir a mejorar el nivel de escepticismo y de dudas que hay en los agentes económicos».

Esto se traduce en un incremento en el precio de la divisa, dijo, tras lo cual también afirmó que el panorama se muestra sombrío, a propósito de la actitud del presidente Mejía, de mantener su aspiración a reelegirse.

«No hay posibilidad de cambio, porque el gobernante no quiere someterse a una camisa de fuerza de un organismo supranacional, procurando dilatar la solución al problema, no de hacerle frente», agregó Peña Pichardo.

Cuestionó la decisión del gobierno, de perseguir a los agentes de cambio con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Dijo que fruto de la represión, los sectores que demandan divisas se han recogido, provocando una especie de inercia en el mercado.

En esa tesitura, refirió que el precio del dólar se haya mantenido por debajo de RD$40.0 por US$1.0 y dijo que hay reconocer que ello ha sido un aporte de los medios de comunicación, que al parecer colaboraron para bajar el nivel de incredulidad que existe en las autoridades.

Advirtió que si el gobierno no diseña un presupuesto equilibrado para el 2004, en los días restantes de este mes e introduce nuevas medidas impositivas al margen de la Ley de Ingresos y Gastos Públicos pendiente, tendría que manejarse con el programa de gastos del 2003.

Comentó que el presupuesto para el 2004, según lo dicho por el gobierno, sería de $125,000 millones.

De acuerdo a las observaciones de Peña Pichardo, las autoridades estarían dilatando el sometimiento del nuevo Presupuesto del 2004 a las Cámaras Legislativas para manejarse con el vigente, logrando así un excedente que le permitiría maniobrar con discreción y «conseguir los objetivos políticos que persigue el presidente Mejía».

Con relación a las medidas para frenar el alza de la divisa, señaló que los economistas, para hacer extrapolaciones, necesitan manejarse con indicadores económicos creíbles, pero que sí una vez concertados acuerdos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), «el gobierno cambia las reglas del juego, entonces la misma capacidad de predicción las tendrán estos técnicos que el más ignorante de los ciudadanos, por lo que se requiere de un presupuesto equilibrado que consigne los recursos para compensar el déficit cuasifiscal del BC y del propio Gobierno Central».