ROMA
AP.  Miles de personas de diversas edades atestaron ayer el Circo Máximo de Roma para una vigilia de oración previa a la beatificación del papa Juan Pablo II.

La vigilia dio inicio al caer la noche con la interpretación de un himno que se identifica estrechamente con el fallecido pontífice. Las personas compartieron la llama para el encendido de sus velas, bailaron acompañadas por el coro y escucharon a una monja francesa, que sufría el mal de Parkinson’s, relatar cómo fue curada tras rezar a Juan Pablo, quien padeció la dolencia.  

El Vaticano decretó que la inexplicable curación de la hermana Marie Simone-Pierre es el milagro necesario para beatificar a Juan Pablo, proceso que culminará el domingo durante la misa oficiada en la Plaza de San Pedro por el papa Benedicto XVI. 

Benedicto puso en vía de apremio el proceso de beatificación de Juan Pablo al dispensarlo de la espera tradicional de cinco años y permitir que comenzaran los procedimientos a las pocas semanas de su fallecimiento el 2 de abril del 2005. Benedicto respondió así a los gritos de “Santo súbito” o beatificación inmediata que fueron proferidos durante el funeral de Juan Pablo. 

El cardenal Stanislaw Dziwisz, por mucho tiempo secretario de Juan Pablo II, se sentó con decenas de sus colegas en un escenario.   “Murió como un santo”, dijo Dziwisz a la multitud.  

En el lugar se proyectaron imágenes de enlaces televisivos que mostraban a creyentes en templos marianos de México, Tanzania, Polonia, Líbano y Fátima, en Portugal, que celebraban la beatificación de Juan Pablo II, el preámbulo de la canonización. 

En la Plaza de San Pedro.- Juan Pablo II será beatificado el domingo en la Plaza de San Pedro, el proceso más rápido en los tiempos modernos.

El pontífice falleció hace poco más de seis años. 

Algunos sectores han criticado la celeridad del proceso, precisamente cuando ha salido a la luz el encubrimiento de delitos cometidos por sacerdotes que violaron a niños durante los 27 años de papado de Juan Pablo II.  

Empero, el cardenal José Saraiva Martins, retirado de la oficina que lleva los procesos de beatificación en el Vaticano, dijo el sábado que el Papa no podía ser responsabilizado por algo que desconocía.

Resaltarán sus  sufrimientos

ROMA (AP) — Los padecimientos del papa Juan Pablo II serán destacados en su beatificación, con testimonios de sus colaboradores de su larga batalla con el mal de Parkinson, y el protagonismo en las ceremonias de una monja francesa curada milagrosamente del mismo mal.   La Santa Sede decretó que la curación inexplicable de la hermana Marie Simon-Pierre era el milagro que justificaba la beatificación de Juan Pablo.

La historia será un elemento central de la vigilia de oración del sábado por la noche, previa a la misma de beatificación del domingo.   Cientos de miles de peregrinos convergían sobre Roma para las ceremonias, y para el sábado la Plaza de San Pedro era un hervidero a pesar de la lluvia incesante. Se preveía una gran concurrencia a la vigilia en el gigantesco Circo Máximo romano para escuchar los testimonios de Simon-Pierre, el secretario privado de Juan Pablo y su vocero de prensa.   La llamada “noche blanca” de oración continuaba en ocho iglesias antes de la apertura de las barreras de San Pedro a las 5:30 de la mañana (0330 GMT) para la misa de beatificación a las 10 (0800 GMT).   La beatificación se realiza a pesar de las múltiples críticas a la aceleración del proceso y la persistente indignación por el abuso sexual de menores por parte de sacerdotes y su encubrimiento por la jerarquía eclesiástica durante el pontificado de 27 años de Juan Pablo II.   El cardenal José Saraiva Martins, ex titular de la oficina de canonización y quien presidió la investigación de la vida del difunto papa previo a la beatificación, dijo el sábado que no se lo podía considerar responsable de algo que desconocía.