Por YNDIRA CONCEPCIÓN
Un niño de cuatro meses murió ayer asfixiado con una funda plástica, en el ensanche Kennedy, en esta capital, luego de ser dejado con uno de sus hermanos de apenas  un  año y  nueve meses.

Los padres del infante, Ramsés Ortiz Mejía, explicaron que el hecho ocurrió a las diez de la mañana cuando uno de sus tres hijos jugaba con una “fundita” plástica y se entretuvo mirando los muñequitos y dejó la bolsa encima de la cama al alcance del  niño que estaba boca abajo.

Margarita Ortiz, de 30 años y Edwin Ortiz, de 40, residen en la vivienda marcada con el número 17, situada en un callejón de la calle cuatro, en el ensanche Kennedy, junto a tres niños en edades de cinco, cuatro y un año y nueve meses, el más pequeño era Ramsés.

El padre explicó que minutos antes de la tragedia “mi esposa le había cambiado el pañal y le había dado la leche y se fue a bañar para después bañarlo a él, en eso Kevin, de un año y nueve meses, estaba jugando con una funda y se entretuvo viendo la televisión  lo que al parecer el bebé la alcanzó”.

Ortiz explico que  al salir del baño, su esposa, vio que el niño tenía la funda entre la boca y la nariz, y salió corriendo para el hospital creyendo que estaba desmayado, pero que el bebé llegó muerto.

El cadáver del niño fue trasladado a Patología Forense para los experticios y entregado a sus familiares  en la tarde de ayer.