Bebé prematura establece récord mundial

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POR JOSE PIMENTEL MUÑOZ
MIAMI.- Un embarazo de término completo dura 37 a 40 semanas. Los ginecólogos y obstetras creen que los  bebés nacidos con menos de 23 semanas de edad y 400 gramos de peso no son viables, es decir, no tienen perspectivas de sobrevivencia. Tanto es así, que en Estados Unidos los organismos nacionales de salud fijan la tasa de mortalidad en bebés nacidos a las 23 semanas en 70 %.

Pero en esta ciudad ha ocurrido algo fuera de lo normal que ha dado lugar a un record mundial.

Una niña  nacida a las 21 semanas y seis días, ha sobrevivido cerca de cuatro meses en la unidad de cuidados intensivos neonatales de Baptist Children’s Hospital y se va a su casa en los próximos días. 

El caso de Amillia Sonja Taylor se considera un nuevo récord mundial para un bebé en esta edad de gestación, de acuerdo con un registro nacional de la Universidad de Iowa de los bebés más pequeños.

Amillia nació el 24 de octubre del 2006. Pesó solamente algo menos de 10 onzas y midió 9 pulgadas y media, un poquito más larga que un bolígrafo.

Está saludable y creciendo, dicen sus médicos, y lo suficiente sana como para que sus padres la puedan cuidar en casa. La supervivencia de Amillia –que ya pesa cuatro libras- es descrita por sus médicos y padres como milagrosa. No se conoce un bebé nacido con menos de 23 semanas que haya sobrevivido. Ella fue también la cuarta bebé más pequeña del mundo. 

“Es verdaderamente un bebé milagro”, dijo el doctor  William Smalling, neonatólogo del Baptist Children’s Hospital. Smalling y otros médicos que ayudaron a atender a Amillia estos últimos meses. Dijeron que atenderla era como navegar por territorio desconocido y que ni siquiera sabían cuál era una presión sanguínea normal para un bebé tan pequeñito”.

“Puse mi fe en Dios”, dijo Eddie Taylor, padre de Amillia. No me preocupé mucho. Sólo me preocupé de llegar aquí para estar a su lado”. “Ha tenido los mejores médicos, enfermeros, terapistas y trabajadores sociales”, dijo la madre, Sonja Taylor.

El doctor Paul Fassbach, dijo que es importante que los futuros padres sepan que el caso de Amillia es excepcional. “No queremos que la gente piense que estamos estableciendo una nueva moda”, dijo Fassbach.

“Un bebé milagro”
Amillia nació por cesárea después que fallaron todos los esfuerzos por demorar el parto prematuro. Respiró sin ayuda cuando nació y hasta trató varias veces de llorar. Debido a este nivel de desarrollo fetal, los médicos pensaron que estaba más cerca de las 23 semanas de edad de gestación cuando nació.

Como fue concebida con fertilización in vitro, fue posible calcular su edad gestacional exacta. Los médicos supieron que Amallia era de hecho “un bebé milagro” después de revisar los récords de fertilización de su madre.

“Puede ser que necesitemos reconsiderar nuestro estándar de viabilidad en vista del caso de Amillia. Durante los años, la tecnología que tenemos disponible para salvar a estos bebés prematuros ha mejorado dramáticamente. Hoy podemos salvar bebés que no hubieran podido sobrevivir hace 10 años”, explicó Smalling.

El Departamento de Atención de la Salud de la Universidad de Iowa mantiene un registro nacional de los bebés más pequeños del mundo. Para mayor información visite: http://www.medicine.uiowa.edu/tiniestbabies/.

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