Bebés prematuros

Bebés prematuros

POR ANNA JIMÉNEZ
Aproximadamente el 12.5 por ciento de los bebés – más de medio millón por año -, nace en forma prematura en Estados Unidos- que es de donde dispongo de estadísticas confiables-.

Por razones que los médicos aún no han podido determinar, el índice de nacimientos prematuros ha aumentado más de 30 por ciento desde 1981 y en República Dominicana es una situación cada vez más habitual, por múltiples factores, pero de estos el principal detonante es el estrés; por ello, los prematuros suelen ser, en la mayoría de los casos, de madres muy ocupadas y con trabajos en los que juegan un rol de mucha responsabilidad.

El nacimiento prematuro es un problema de salud serio. Los bebés prematuros corren un riesgo mayor de tener complicaciones de salud al nacer e incapacidades permanentes, como retraso mental, parálisis cerebral, problemas pulmonares y gastrointestinales, pérdida de la visión y la audición, e incluso la muerte. En muchos casos, estos bebés requieren atención especial en una unidad de cuidados intensivos neonatales (NICU), con personal médico y equipos especializados capaces de tratar los diferentes problemas a los que están expuestos.

La mayoría de los bebés prematuros (71.2 por ciento) nace entre las 34 y las 36 semanas de gestación. En estos casos se habla de nacimientos prematuros casi a término. Casi el 13 por ciento de los bebés prematuros nace entre las semanas 32 y 33 de gestación, aproximadamente el 10 por ciento entre las semanas 28 y 31, y cerca del 6 por ciento antes de cumplidas las 28 semanas de gestación.

Todos los bebés prematuros corren el riesgo de tener problemas de salud, pero el riesgo es más alto en aquellos nacidos antes de las 32 semanas de gestación. Por lo general, estos bebés son muy pequeños y sus órganos se encuentran menos desarrollados que los de los bebés nacidos después. Afortunadamente, los avances en la Obstetricia y la Neonatología, la rama de la Pediatría que se ocupa de los recién nacidos, han mejorado las probabilidades de supervivencia, incluso para los bebés más pequeños.

Además de ser pequeños y enfermizos, los bebés prematuros pueden tener un aspecto y conducta muy diferentes a los de los bebés nacidos a término. Su piel, por ejemplo, puede ser delgada y arrugada, y sus cabezas más grandes en relación con el tamaño de sus cuerpos. Pero su aspecto es normal para la etapa de desarrollo en la que se encuentran y comenzarán a asemejarse más a los bebés nacidos a término a medida que continúen desarrollándose y creciendo.

Durante su primer año de vida, debe evaluarse a estos bebés según su edad corregida (es decir, teniendo en cuenta su grado de premadurez).

Causas

Aproximadamente el 25 por ciento de los nacimientos prematuros tiene lugar cuando el médico induce el parto antes de término, o cuando se realiza una parto por cesárea debido a complicaciones en el embarazo o a problemas de salud de la madre o el feto. En la mayoría de estos casos, el parto prematuro es probablemente la opción más segura para la madre y el bebé.

La mayoría de los nacimientos prematuros se debe a un parto prematuro espontáneo o como consecuencia de la rotura prematura de las membranas, cuando el saco que se encuentra dentro del útero y que contiene al bebé se rompe antes de tiempo. No se conocen a ciencia cierta las causas del parto prematuro o de la rotura prematura de las membranas, pero las últimas investigaciones sugieren que en muchos casos obedecen a la respuesta natural del organismo a ciertas infecciones, como aquellas que afectan al líquido amniótico y las membranas fetales. Sin embargo, en casi el 40 por ciento de los casos, el médico no puede determinar la razón que provoca un parto prematuro en la mujer.

Cualquier mujer puede tener un parto prematuro, pero existen algunas que corren un riesgo mayor. Los investigadores han identificado algunos factores de riesgo, pero aún no han podido determinar qué mujeres están más expuestas.

Existen tres grupos de mujeres con un riesgo mayor de tener un parto prematuro:

Mujeres que ya han tenido un parto prematuro.

Mujeres que esperan mellizos, trillizos o más bebés.

Mujeres con ciertas anomalías en el útero o en el cuello del útero.

Ciertos factores relacionados con el estilo de vida pueden poner a una mujer en mayor riesgo de tener un parto prematuro, como por ejemplo:

La falta de cuidados prenatales o comenzar los cuidados prenatales demasiado tarde.

Fumar.

Beber alcohol.

El uso de drogas ilícitas.

La exposición al medicamento dietilestilbestrol (DES).

La violencia doméstica (incluyendo el abuso físico, sexual y emocional).

La falta de apoyo social.

Niveles excesivos de estrés.

Trabajar muchas horas permaneciendo de pie demasiado tiempo seguido.Ciertas condiciones médicas durante el embarazo pueden aumentar la probabilidad de que una mujer tenga un parto prematuro, como por ejemplo:

Infecciones vaginales (incluídas infecciones del tracto urinario, vaginales, transmitidas sexualmente y, posiblemente, otras infecciones).

Alta presión arterial.

Diabetes.

Trastornos de coagulación (trombofilia).

Bajo peso antes del embarazo.

Obesidad.

Períodos cortos entre embarazos (menos de 6 a 9 meses entre un nacimiento y el comienzo de otro embarazo).

Estar embarazada con un sólo bebé después de una fertilización in vitro.

Ciertos defectos de nacimiento en el bebé.

Sangrado vaginal.

Aunque la mujer tenga uno o más de estos factores de riesgo, no significa que vaya a tener un parto prematuro. No obstante, todas las mujeres deben aprender a reconocer las señales de un parto prematuro y saber qué hacer en cada caso.

El principal consejo es recordar que estar embarazada no es una enfermedad, pero sí una condición especial, que si se programa, es preferible bajarle a las ocupaciones, realizar actividades más relajantes y dedicarse tiempo a sí misma y verá como todo sale muy bien.

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