Parece que el Gobierno de Danilo Medina tiene la firme voluntad de rescatar los Juegos Deportivos Nacionales.
El hecho de que haya nombrado el Comité Organizador y al experimentado cubano Tony Mesa como director técnico del evento, además de la firme decisión del ministro Danilo Díaz de que todo marche correctamente, me confirman que los juegos van.
La gran discusión, o la discusión histórica, con relación al evento es dizque que no aportan nada al deporte y por eso se ha variado varias veces la forma de competencia, pasando por categorías juveniles hasta selección de mayores.
Siempre he mantenido mis dudas sobre los beneficios de este evento, en el aspecto específico de la competencia, pero lo que apoyo es su montaje, porque es una fiesta importante de la juventud de este país, una franja muy importante de la población, que de hecho recibe muy poco.
Además de que las provincias siempre han encontrado en ese evento la oportunidad para exigir y obtener obras para la población, que en la mayoría de los casos están muy distantes de los juegos, pero que son muy importantes para la localidad.
En cuanto a las instalaciones, se debe ser prudente, porque se construye como si fuera para unos Juegos Centroamericanos, y en su mayoría, más tarde se convierten en ruinas, en primer lugar por la desidia de los dirigentes deportivos y también por culpa del Gobierno, que no tiene política de mantenimiento.
Pero, en definitiva, los juegos benefician en algo al deporte en sentido general y a juventud.
Son siete días en que se mueve la economía, el deporte y las actividades sociales.
Estoy plenamente seguro de que la provincia Hermanas Mirabal, como sede principal, vivirá una experiencia inolvidable, que marcará un antes y un después de esa localidad.
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