Béisbol Chiquito. Atentado a la libertad de expresión

Béisbol Chiquito. Atentado a la libertad de expresión

Trataría de analizar la crisis que está arropando al equipo Águilas Cibaeñas, que no es más que una lucha de intereses grupales, a la cual se han unido Quilvio Veras y el actual presidente, el doctor Valdez Ruso, entre otros, para sacar a los Sánchez.

Pero rápidamente me vi obligado a cambiar el tema porque esa lucha ha tocado algo que es la libertad de expresión y que afecta cronistas deportivos como Franklin Mirabal y Luichy Sánchez.
La Liga de Béisbol es una empresa privada, la cual impone sus reglas a todo el que de una u otra forma trabaja en ella y el empleado tiene que ceñirse a esas reglas.
Los narradores y comentaristas no pueden hacer críticas dentro de las retransmisiones. Pensaba que era así, no que compraran la voluntad del profesional.
Pero, ¡sorpresa! No pueden criticar por ningún otro medio de comunicación, propio o en calidad de empleado, a ningún dirigente.
Los dueños de equipos están actuando como “trogloditas”, violadores de la libertad de expresión, comprando, además, conciencia.
Es el caso de Franklin Mirabal, quien hizo críticas al presidente de las Águilas en su cuenta de instagram, no en la transmisión de la liga. Este señor, con ínfulas de “dictadorcito” (dos comunicadores sancionados en horas), se dirigió al presidente de Lidom, doctor Vitelio Mejía, para que suspendiera y multara con 50 mil al rey de radio, que es lo que gana un narrador en la Serie Regular, según se me informó.
Vamos a ver pocos cronistas fijar posición al respecto, porque trabajan con equipos o piensan trabajar en ellos.

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