El doctor Ramón Pina Acevedo dejó de existir en esta galaxia, mucha gente miran atrás y ven la grandeza de ese mortal como ciudadano, jurista y deportista, lo que lo eleva ante los ojos de los dominicanos.
Es como si la frase de que, “América recuerda sus grandes hombres, cuando son grandes muertos”, se acumulara en ese humano de paz, pero además excelente padre familia.
Con el tuve la oportunidad de conocer varios países, y recuerdo que una tarde “plomiza” en Londres, me dijo “Cuellito ven móntate conmigo en el taxis, y tú y yo vamos a visitar una librería famosa”, y allí compró varios libros y siempre me decía «este libro no lo tiene Vincho», con la alegría de un niño a darle un juguete.
Pina Acevedo fue vicepresidente de la AMB, en momento de brillo, que lideraba Gilberto Mendoza a quien más tarde le disputó la presidencia durante la convención de esa entidad celebrada en Isla Margarita, Venezuela donde duramos más de 10 días.
También fue fundador de la Organización Mundial de Boxeo, OMB, fue el comisionado de boxeo y lucha libre de la República Dominicana, siendo clave en la reorganización y prestigio de esa comisión.
Tenía en el sector Alma Rosa un gimnasio, el cual era la casa obligada de los principales boxeadores criollos y extranjeros, contribuyó económicamente con el boxeo local hasta llevarlo a nivel mundialista.
Solamente la mezquindad de aquello que se creen moralmente por encima de quién no comulga con ellos impidieron que el Comité Permanente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano no lo elevara a ese nivel.
Eterna vida querido Piña, descanse en paz. Para contacto por tweets @ramoncuello02