Felipe Alou decía que era más fácil dirigir en Grandes Ligas que en el béisbol profesional dominicano, por muchísimas razones.
Son demasiados los dirigentes que “se queman» en República Dominicana, ya que muchos jugadores no actúan como profesionales. El mismo veterano capataz rojo decía que “hay que ser profesional tanto en el terreno de juego como fuera de él”.
Todos sabemos que una hora antes de comenzar el juego, los mánagers no están en capacidad de entregar el «line up» porque no se sabe quiénes jugarán ni quién será el lanzador abridor.
Muchas veces nosotros los reporteros veíamos una alineación con los posibles, si llegaban a tiempo y otra con algunos de los que estaban en el estadio.
Quizá por eso hay una tendencia en los últimos años de contratar mánagers extranjeros, que están en el béisbol de Grandes Ligas.
Hay razones más que suficientes que llevan a los combinados locales a optar por esta última fórmula, pero me sorprende la gran cantidad de dirigentes puertorriqueños que están siendo contratados en momentos en que el béisbol boricua atraviesa su peor momento y el dominicano va en avance permanente.
Históricamente hemos tenido grandes técnicos que han dirigido en la gran carpa, como son Felipe Alou, Manny Acta, Luis Pujols y Tony Peña, quien suena para dirigir a los Tigres, También hemos contado con coach como Alfredo Griffin, Juan Samuel, el propio Peña y muchísimos otros que pululan en las ligas menores de los Estados Unidos.
Tenemos otro grupo que ha dirigido en otros circuitos, especialmente en México y Venezuela. En la tierra de Bolívar tuvimos al “Bambino” César Cedeño y a Julio Franco, quien incluso fue campeón, mientras que en la de Benito Juárez hemos contado con Félix Fermín, con mucho prestigio por esos lares.
Ahora tenemos buenos capataces, como Audo Vicente, La Manta, Mike Guerrero, Arturo de Freites, entre otros.