El próximo 10 de julio serán escogidas las autoridades que dirigirán la Liga de Béisbol Profesional, una fecha histórica, porque podría ser el final de la época del doctor Leonardo Matos Berrido.
Sin embargo, no esperen mucho de lo que allí pueda pasar y no se sorprendan si el doctor Matos Berrido se quede, hasta cumplir 30 años en el organismo, como debe ser.
El presidente de la Liga no tiene la libertad de hacer cosas sin el consentimiento de los equipos. Como la MLB, Matos hace precisamente lo que dicen y quieran los dueños, que son Licey, Águilas, Leones, Estrellas, Toros y Gigantes.
De ahí que es falso decir que Matos Berrido es un hombre desfasado, que está al margen de las redes sociales y otras nimiedades.
Si los jóvenes que están al frente del Escogido y del Licey quisieran modernismo, hace rato que hubieran instalado todos los avances tecnológicos, harían una oficina mercadológica, o sea, que ese no es problema.
A quien escribe se le hace muy cuesta arriba creer que esta sea la causa. Me parece que es más que eso, el presidente es un hombre que difícilmente le metan «gato por liebre», que es “muñeca dura” e impide que se hagan cosas que afecten la liga y a los equipos de mercados pequeños.
Los Tigres no han olvidado el hecho de que Matos Berrido les quitó un juego ya que utilizaron un pelotero que no estaba en el roster. Asimismo, los Leones han querido «modernizar» la Liga sin o con Matos.
Es decir, que no se trata de cosas que pueden resolverse al instante. Para mí, repito, hay problemas más profundos que solo pueden resolver colocando a una personas que se deje manejar, porque Matos Berrido no se presta para ser maniquí.
Espero que la calma llegue y que se reconozca el gran trabajo de uno de los presidentes más exitosos de la liga, que ha construido un organismo respetado. Twitter: @ramoncuello02