Definitivamente el doctor Leonardo Matos Berrido dejará la Liga de Béisbol de República Dominicana (Lidom). Más por decisión propia, que por los argumentos presentados en su contra por el Escogido y los Tigres. Se va porque ciertamente esas organizaciones han hecho públicas sus decisiones.
Estoy seguro de que si el doctor Matos Berrido quisiera seguir al frente de LIDOM, otro gallo cantaría, como dice el refranero, ya que el “viejo zorro” se las ingeniaría para continuar al frente de esa organización.
Pero sucede que el doctor tiene desde hace tiempo la firme decisión de irse, por razones obvias: la salud, el tiempo, su familia y amigos se decidió a hacer una pausa y, por último, la ingratitud de algunos equipos que se olvidaron de lo mucho que él ha hecho.
Conversé el pasado lunes con el señor Matos Berrido y mientras recogía algunas pertenencias, me dijo: «Cuello, me voy, esto no es para siempre, ni es mío».
¿Qué hizo el doctor Matos Berrido al frente de la LIDOM? Le dio estatus, credibilidad en la sociedad, solvencia económica, respeto, en fin, ahora hay que hablar de un antes y un después de su presidencia. Además de otros planes que quedaron engavetados.
Quiera Dios que el nuevo presidente no se deje arropar por la vorágine del poder económico y por las apetencias personales de los ejecutivos de organizaciones que se creen con poder de avasallar.
Por lo que vale, la ACD se sintió cómoda con el doctor Matos Berrido, quien es un hombre que siempre respetó la institución y a cada una de las peticiones requeridas por nosotros le dio respuesta, aunque muchas no se cumplieran porque siempre existían personas en la Liga que se oponían rabiosamente.
Puedo enunciar punto por punto en todo lo que nos atendió y no los menciono porque no viene al caso en estos momentos.
Váyase en paz, con la frente en alto, usted cumplió con todo lo que en sus mandatos requerían.