Béisbol Chiquito. Se fue Moisés

Béisbol Chiquito. Se fue Moisés

El béisbol profesional dominicano ha perdido a Moisés Alou, quien acaba de renunciar como gerente de los Leones del Escogido, alegando diferentes situaciones.
Moisés es un hombre claro al hablar y claro al actuar, pero en esta ocasión no estoy de acuerdo con él, en que tiene que tomarse un retiro para sí y su familia, así como para hacer lo que le gusta: pescar, los caballos y otras cuestiones diversas.
Soy quizás el cronista que ha tenido más cercanía con Moisés, una amistad, que viene desde que su hermana jugaba baloncesto con mi exesposa y él iba a mi hogar.
Ese fue el inicio de una relación que ha perdurado por años. Recuerdo que era el único periodista en quien Moisés confiaba para todas sus declaraciones de prensa.
Por esa cercanía, que hace difícil romperla y menos por disparates, es que puedo decir que sus argumentos pesan, pero existen otras razones de peso en kilos.
Moisés es un hombre de firmes decisiones y entiende como una ofensa que fanáticos desaprensivos vivan atacándolo e insultando a la familia Rojas Alou y ahora a su hermano Luis Rojas, mánager de los Leones del Escogido.
El fanático dominicano es ligero en atacar con insultos personales a los jugadores, directivos y al dirigente y a Moisés no le agrada ese comportamiento porque es un ser humano apegado a sus creencias religiosas y familiares.
Por esta razón, muchos jugadores han dejado de jugar en la pelota criolla, porque cuando usted paga dos pesos se cree con derecho a vociferar contra los protagonistas.
Los alegatos de Moisés para dejar el béisbol son argumentos de peso.

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