Cada cuatro años, este actual mes de febrero llega hasta el día 29, siendo esta una fecha memorable para este columnista, ya que el día 29 de febrero de 1980 (sábado en la mañana), fue nuestro primer programa en las deportivas de Johnny Naranjo.

     32 años han pasado desde ese inolvidable día, y el recuerdo y la gratitud hacia mi principal mentor se mantienen imperecederos, (perdónenme  hacer este artículo en primera persona).      Tengo enormes cosas que agradecer a Dios: una familia adorable (cuatro hijos y seis nietos), una esposa que siempre ha comprendido mi carrera, apoyándome firmemente. He gozado de mucha salud (¡gloria al Señor!), lo cual me ha permitido una consistente trayectoria, logrando trabajar en los más importantes medios de prensa escrita, radial y televisiva, con grandes compañeros a mi lado.

     En las transmisiones de béisbol local y Grandes Ligas he tenido la gran dicha de trabajar al lado de los mejores narradores y locutores comerciales del país (y ni hablar de los comentaristas).

     Dos cosas también han sido claves en mi carrera: el apoyo comercial de empresas a lo largo de todos estos años, que he agradecido eternamente, y la otra ha sido el fanático dominicano, donde hay millares que nunca los he conocido, pero que siempre nos hemos compenetrado mentalmente.

     Me quito el sombrero ante ustedes, me inclino reverentemente hacia esa lealtad e inmenso cariño que me han demostrado: Los Amo.

     Estoy muy agradecido de todas las personas para las que he trabajado. ¡Gracias a todos!

     Por último, de nuevo mi amor eterno hacia Dios, nuestro Señor, por haberme dado tantas cosas maravillosas: salud, amor al trabajo sin límites, educación, respeto hacia los demás, humildad y sencillez.

¡Me siento feliz!