El politólogo y abogado, doctor Belarminio Ramírez Morillo, expresó que los líderes constituyen la traba principal que impide y obstaculiza el proceso renovador de los partidos políticos.

Al dictar la conferencia con el título  El Liderazgo Paradigma del Siglo XXI, en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), el consultor y profesor universitario manifestó que las enfermedades de los partidos políticos y de la democracia representativa, ya está bien diagnósticadas, y de los cónclaves, como el que realiza la COPPAL en la República Dominicana, no saldrá la medicina, porque las mayorías de sus participantes, liderazgos activos que tienen el control y la dirección de los partidos políticos, beneficiarios directos del modelo que se agota, son precisamente la enfermedad.”

El académico hizo un análisis del contexto sociopolítico y del perfil psicológico del pueblo dominicano, subrayando que se ha producido un cambio de mentalidad social que se expresa en la ruptura vinculo partido-ciudadanía, en la desaparición del  voto duro partidario, y del voto hereditario.

Expresó que la desconexión entre los partidos con la ciudadanía se debe en parte a que los líderes deben ir unos cuantos pasos adelante de la ciudadanía, pero en el caso dominicano, las mayorías se han estacionado y se han quedado varios pasos atrás.
Calificó el resquebrajamiento de los partidos y el déficit de liderazgos creíbles y confiables como una peligrosa amenaza a la legitimidad del sistema democrático.

Adujo que es hora de pasar de las palabras a los hechos, motorizando procesos forjadores de los liderazgos que demandan los nuevos tiempos y quitando las barreras que impiden la renovación.

El escritor ponderó que el liderazgo del futuro tendrá más posibilidades de éxitos en la medida en que aprenda el arte de canalizar y empatizar las emociones. En la medida en que se convierta en un persuasor sano.

Dijo que el futuro será fértil para los liderazgos equilibrados con inteligencia emocional que la transmitan y la controlen adecuadamente. Estos tendrán más posibilidades de triunfar que los liderazgos racionales, debido a que los emocionales son más diestros en la comunicación en imágenes, y no está en discusión el hecho de que las personas se sienten atraídos y son persuadidos más por la comunicación no verbal (corporal, gestual, sonrisa y otras) que por el habla.