Beldad / verdad (y II)

Beldad / verdad (y II)

En la entrega anterior acerca del tema del encabezado, edición del pasado domingo (17-1-2016), en este diario, intercambiamos acerca de las Jornadas de Poesía que organiza la Academia de la Lengua para todo el país, se informó acerca de la misión asumida por la institución para cumplir con la cultura de la lengua, en el caso particular, con el papel de las letras en el orden del valor de la lírica. Se describió la participación de los poetas de la academia, el reconocimiento a los poetas consagrados de la comunidad anfitriona y los valores de sus últimas generaciones.

Se produce la presentación de los visitantes, las palabras de bienvenida. Luego el director de la Academia lee estudio sobre importancia de las realizaciones literarias.

De inmediato se da paso a la declamación de los poemas seleccionados para el acto. Se me asignó inicio de esta parte.

Yo había escogido para aquella presentación un poema arábigo-andaluz del siglo XII, del sevillano Abu Ahmad ben Hayyud intitulado “La bella de los lunares”.

En un momento de su creación, el poeta se refiere al efecto que producían en el rostro tan blanco y hermoso de la pretendida aquellos puntos negros, lunares o pecas. Y escribió: “Encerraba toda la /beldad/ y aún algo más…”

(Nota: El poema se transcribió in extenso en la edición del pasado domingo).
Los anfitriones nos informaron cuando estuvieron en las oficinas de la Academia, aquí en Santo Domingo para solicitarnos el recital, que en su pueblo había un público de mucha inclinación hacia las letras, sobre todo jóvenes interesados en la cultura.
Esta declaración fue oportunidad para motivarnos a celebrar el encuentro lo más pronto posible. Y así se cumplió.

Concluido el acto, se me acercó prestamente un joven que nos habían presentado a nuestra llegada, persona muy leída, inquieta en estos menesteres, y en seguida me interpeló:

Esos versos que usted recitó al inicio del acto mencionan la palabra /verdad/. ¿Es cierto?

-Depende, le respondí.

-Me permití preguntarle porque noté que usted no pronunció la /v/corta, como la apodamos; ni tampoco pronunció la /r/ de ve/r/dad correctamente. ¿Qué me dice?

-Que usted es bastante observador y tiene buen oído. Así fue como yo articulé los dos fonemas o sonidos a los que usted ha aludido: /b/y no /v/; /l/ y no /r/. Vale decir /b/-e-/l/-d-a-d.

-Pero me interesa –continué- que usted tenga presente que llevaríamos a sonar la /v/ como labio-dental, unión breve del ápice lingual con los dientes superiores y el labio inferior. No obstante, esa realización para la /b/ alta, no existe en el sistema fónico-articulatorio del idioma español. Sino que /v/, tan corta o pequeñita, es bilabial: unión de ambos labios: /B/uena /B/ista, /b/andálico. Lo hacemos sin darnos cuenta de ese fenómeno. Multitud de voces portan esa /v/ececita. Sin embargo, cuando hablamos no las pronunciamos así, sino /b/ital, /b/otaciones, con /b/ de burro, con el contacto de ambos labios.

-Quiero reiterarle esto: La consonante que escribimos /v/ y que llamamos dento-labial o labio-dental, y nos obligaría al hablar mordiendo la punta de lengua, no existe como tal en nuestro sistema fonética. Existen muchos términos que portan esa letra, pero esto en tema para la ortografía.

-Profesor, no entiendo bien sus explicaciones.
-Ya llegaremos-, le respondí

Tomé un corto respiro y proseguí.

-Su otra preocupación tiene que ver con la pronunciación de /l/, que usted confunde con la /r/ de verdad. Nada más alejado de la verdad-verdadera. Aquel poeta que vivió hace tanto tiempo se refiere a otra cosa: /Belleza. Me permito ofrecerle estas dos aplicaciones: a) BELDAD: del latín “bellitas, “bellitatis”-belleza o hermosura,

particularmente la de la mujer (Martín Alonso, Enciclopedia del Idioma, tomo I, Editora Aguilar, Madrid, 1958).

b) BELDAD: del latín “bellitas” “bellitatis”, de “bellus”, ´bello´. Sustantivo femenino. ´Belleza o hermosura´. 2. Mujer notable por su belleza.

Así se despeja el problema y se borra la inquietud. El poeta sevillano, del siglo XII, no habló del término /verdad/ sino de belleza = /b/e/l/dad .Tomemos todo esto como verdadero: gramatical, lexical, ortográfica y prosódicamente.

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