JERUSALÉN (EFE).- Los accesos del territorio israelí a la ciudad cisjordana de Belén estarán abiertos durante la próxima Nochebuena y en la jornada de Navidad sólo para turistas y peregrinos cristianos, por disposición de las autoridades militares. Los israelíes de la comunidad hebrea «podrán seguir la Misa del Gallo y los festejos navideños por televisión», informó ayer, jueves, la radio pública.

Asimismo, también podrán llegar a Belén, situada a unos seis kilómetros al sur de Jerusalén, los feligreses de la minoría cristiana residentes en varias localidades de Cisjordania, y en Jerusalén oriental, así como los de la colectividad en Israel, vecinos de las ciudades de Haifa, Yafo, en Tel Aviv, y Nazaret. Las autoridades calculan que unos 30.000 peregrinos y visitantes del exterior se concentrarán para las fiestas de este año –el doble de los que llegaron el anterior– en Belén, Nazaret y Jerusalén.

La misa de medianoche será transmitida a todo el mundo, casi simultáneamente con la que concelebrará el papa Benedicto XVI en la basílica de San Pedro en Roma. En Belén lo hará monseñor Michel Sabah, el representante de la Iglesia Católica en Tierra Santa.

Se cree que, como hacía el fallecido Yaser Arafat, también su sucesor, Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y miembro de la comunidad musulmana, asistirá a la misa en la iglesia franciscana de Belén.