BRUSELAS, AP. Cuando el productor de cine belga Dirk Impens perdió en los Oscar hace 21 años, recuerda que se prometió nunca ponerse un esmoquin a menos que tuviera otra oportunidad de ganar una codiciada estatuilla dorada.

El domingo se verá por fin vestido de gala. La pequeña Bélgica, donde nacieron Audrey Hepburn y Jean-Claude Van Damme, nunca ha ganado un Oscar. Este año el país europeo tiene una oportunidad con “The Broken Circle Breakdown” un drama que estruja el corazón con música de bluegrass sobre un hombre y una mujer que se enamoran y deben confrontar la tragedia cuando su hija se enferma de cáncer.

Para Impens, estar una vez más en la competencia es una prueba de que la industria de cine hablado en flamenco (un dialecto del neerlandés) de este país comienza a resonar a nivel internacional. Hace dos años otra película belga hablada en flamenco, “Rundskop” («Bullhead”) fue finalista de los Oscar, pero perdió ante una contendiente iraní.

“Estamos convencidos de que los cineastas belgas flamencos de los últimos 10 años han tenido mucho progreso y han hecho grandes películas”, dijo Impens a The Associated Press. Si el talento, el esfuerzo y la gran conexión con el público local son suficientes para garantizar que ganen el más prestigioso premio en el cine “sentimos que nos lo merecemos”, dijo Impens.

El director Felix Van Groeningen dijo que está orgulloso de la película que hizo y de que se haya convertido en contendiente por el Oscar. Pero también está orgulloso de lo que han logrado otros cineastas flamencos contemporáneos.

“Bullhead’ fue un gran éxito y fue nominada, lo cual aumentó nuestra confianza”, dijo Van Groeningen. “También lanzó varias carreras. Es tan fantástico ver que podemos hacer este tipo de películas, quizá no lo habríamos creído hace cinco años”.

Los críticos han dicho que su buena banda sonora y las poderosas actuaciones, incluyendo a Nell Cattrysee en el papel de Maybelle de 6 años, hacen que “The Broken Circle Breakdown” sea contundente y mantienen interesado al público.

Más allá del retrato íntimo que hace del romance entre un intérprete de banjo y una mujer que trabaja haciendo tatuajes y de su relación después de que tienen una hija, la película presenta preguntas más profundas, incluyendo si el espíritu humano es más grande que la muerte.

En la carrera rumbo a los Oscar, el drama de 111 minutos ha ganado muchos premios, incluyendo mejor actor y mejor guion en el Festival de Cine de Tribeca 2013, mejor película de lengua extranjera de la Asociación de Críticos de Washington y “el beso más hermoso” en una película Belga, según un sondeo en internet.