JOSELIN RODRÍGUEZ
j.rodríguez@hoy.com.do
Con un novedoso concepto en el que se combinó perfectamente la época medieval con la urbana, Belinda conquistó los corazones de cientos de niños y adolescente con su  concierto “Utopía”, la noche del miércoles pasado en la Sala Principal del Teatro Nacional Eduardo Brito.

Eran las 9:30 de la noche, cuando tres jóvenes encapuchados y al son de una música, entraron a la sala que estaba a media luz. El  telón cayó y se pudo ver a Belinda ascender desde el fondo del escenario a una tarima. El éxito “Ni Freud ni tu mamᔠfue el tema con el que encendió los ánimos de la audiencia, que desde hacía más de media hora exigía su presencia.

Con la rítmica  “Boba niña nice”, la adrenalina siguió incrementándose, mientras niños y adolescentes se arremolinaron muy cerca del escenario para brincar y bailar al estilo de la joven, que luego continuó con “Alguien más”.

 “¡Buenas noches, Santo Domingo! Estoy muy contenta de estar aquí esta noche, espero que disfruten”, dijo Belinda emocionadísima, mientras la algarabía de la  concurrencia inundaba la solemne sala.  

Casi cada una de las 17 canciones que cantó en una hora y media   fueron apoyadas por imágenes – sea de los video clips, de  otras  presentaciones o con elementos a tono con la interpretación,  como ángeles y famosos personajes.

“Utopía” continúo con éxitos como “Vivir”, “Contigo o sin ti” -con el  cual la joven demostró que muy atrás quedó la niñez para dar paso a una joven sensual mientras usaba un holgado vestido negro y  una peluca del mismo tono-   “Luz sin gravedad” y “Ángel”, una de sus canciones más populares.

La parte más movida de “Utopía” incluyó temas como “Noche cool”, “Good… Good” y “Never Enough”, un tema en inglés en el que el cuerpo de bailarines danzó el popular breakdance.

Otros temas que interpretó fueron “Amiga soledad”, “Utopía”, “Muriendo lento” y “Pudo ser tan fácil”.

Un momento de gran intimidad fue cuando, tras dedicar una canción a su abuelo, se le quebró la voz.

Aunque se despidió con el tema “Lo siento”, las energías resurgieron cuando en respuesta a los aplausos,  en la pantalla apareció la pregunta: “¿Quieren otra?”, a la que el público emocionadísimo respondió: “¡sí!”.

Belinda regresó para regalar “Bella traición”, con la que finalmente se despidió a las 11:00 de la noche, no sin antes decir: “recuerden que si no soñamos no vivimos nunca”.

Preocupada.  Un elemento a destacar en “Utopía” indudablemente es el recorrido por diversas “galaxias” hasta finalmente llegar a la Vía Láctea y ver imágenes de guerras y bombardeos, mientras la voz en off preguntaba si se podía cambiar el tiempo.

También vale mencionar  “Utopía Broadcasting” programa -conducido por una mujer y una calavera- en  que  trató el tema del cambio climático, del que señaló como principales causantes a los países desarrollados y se preguntó si Latinoamérica estaba lista para enfrentar ese problema.

Cositas.  Hubo quejas por parte de los fotógrafos, debido a que miembros de la seguridad les dijeron que no podían tomar fotos de la presentación de la juvenil artista mexicana.

Hubo un problema con algunas filas -como es el caso de la W platea centro,  porque imprimieron dos veces las boletas correspondientes a ese espacio.

La seguridad estaba bien estricta y en contadas ocasiones permitió que niños y adolescentes se acercaran al escenario.

Belinda tuvo un pequeño percance cuando el pedestal del micrófono se enganchó en un espacio, pero no pasó de ahí.

La joven artista y actriz también dijo que le gustaba la forma en que los dominicanos pronunciaban la palabra discoteca. Tanto fue así que incluso puso a un jovencito a que repitiera ese término.

La intérprete mexicana mostró sus dotes de percusionista, cuando al presentar a su banda, señaló que había dos bateristas, y de inmediato procedió a tocar la batería, ganándose así los aplausos y el cariño de su incondicional público.

Las claves

1.  Contraparte

El artista Jorge Gádala fue el telonero del concierto “Utopía”. El joven inició su actuación a las 8:50 de la noche cuando el público comenzó a aplaudir y a vociferar el nombre de Belinda. Durante unos 20 minutos el cantante interpretó cinco canciones de amor a ritmo de bachata.

Jorge cometió el pequeño desliz de olvidar que estaba ante un público compuesto principalmente por niños y adolescentes cuando utilizó el doble sentido para dedicar una canción, que a fin de cuentas era para su manager o cuando dijo que solo se sabía expresar a través del lápiz y el papel o con el alcohol.

 Pese a esta pequeña falta, el artista ofreció una buena actuación, acompañado por una banda de cinco músicos y una corista.