Con el corre corre diario, apenas y tienes tiempo para arreglarte. No te preocupes, el secreto para lucir bella y radiante en pocos minutos consiste en simplificar tus ritos de belleza usando algunos trucos y productos que lo hacen todo en un solo paso.

Ducha Express

En la ducha utiliza jabón y exfoliante con unos guantes de textura o un jabón de avena. Luego enjuaga todo tu cuerpo con agua tibia.

Aroma y suavidad en segundos.  Si luego de bañarte utilizas cremas que requieren secado antes de vestirte y después aplicas tu perfume favorito, reemplaza esta rutina, por un body spray que seca en segundos, humecta la piel y además puedes elegir distintos aromas.

Cuidado de la piel

Una rutina normal incluye: una crema para limpiar tus poros y borrar las líneas finas, una crema antiage, una crema de ojos y por último una crema hidratante con protección solar.

Simplifica esta tarea con un producto que haga todo de una vez, así ahorrarás aproximadamente 4 minutos por cada rutina de limpieza facial, con poco costo adicional.

Maquillaje Express

Un maquillaje básico incluye la aplicación de una base, un corrector de ojeras y defectos, un polvo translúcido, sombra, rimel y un labial para terminar. Puedes simplificar este proceso utilizando un producto que combine el polvo y la base al mismo tiempo, sin aplicar sombra. Emplea vaselina para los labios y las pestañas, y lograrás un efecto de resaltado natural, además de ahorrar al menos 2 minutos.

Secado del cabello

El secado del cabello, sección por sección, puede llevarte hasta media hora cada mañana y más si lo tienes muy largo y grueso. Para agilizar el secado, voltea tu cabeza hacia abajo y seca tu pelo mientras lo mueves con las manos, sobre todo en la nuca. Luego, vuelve tu cabeza a la posición normal y completa el secado mientras terminas de acomodarlo. De esta manera ahorrarás al menos 15 minutos.

Un tip más

Visita con frecuencia locales comerciales de los que puedas obtener muestras de nuevos productos que simplifiquen tus ritos de belleza.

Importante

No te olvides de tus pies.

Los zapatos no sólo debemos elegirnos por el color, la forma o con qué nos combina. Hay que buscar que su forma se adapte a nuestro pie y no al contrario, puesto que puede perjudicar a nuestro bienestar. Llevar un calzado incómodo es nocivo para nuestra salud ocasionando desde dolores de rodillas hasta tensión muscular, callos o malformaciones óseas. También, se puede llegar a tener problemas de circulación graves, desencadenando retención de líquidos, hinchazón, varices, estrías y celulitis. Usar un zapato ‘bonito’ que no sea ‘cómodo’ repercute en nuestra salud en problemas de lumbalgia o artrosis.

Un estudio realizado por la Asociación Española de Medicina y Cirugía del Pie revelaba que hasta un 70 % de la población padece de alguna enfermedad podal. Hay que recordar que los pies, son los encargados de sujetar todo nuestro cuerpo y no podemos descuidarlos. Para no tener problemas de salud, debemos evaluar una serie de detalles en los zapatos que nos pongamos como el material, el tacón, si nos aprietan o si va bien sujeto nuestro pie. Los tacones, se recomiendan que tengan una medida entre 4 y 6 centímetros de alto. En este tipo de calzado todo nuestro peso recae sobre el talón del pie y, es conveniente que éste no exceda de los 8 centímetros. Para un mayor bienestar se recomienda llevar gomas de gel o plantillas, descansando más el pie. También llevar la puntera del zapato muy estrecha oprime los dedos con riesgo de crear uñeros. No se recomienda utilizar con mucha frecuencia las ‘bailarinas’. Las chanclas y sandalias, tan cómodas los meses de verano, corren el riesgo de tener poca sujeción al pie y causarnos torceduras, rozaduras, ampollas o heridas en los dedos al ir desprotegidos.