Bellas Artes
Un palacio imponente

<STRONG>Bellas Artes<BR></STRONG>Un palacio imponente

A pesar de la remodelación a la que fue sometido, el majestuoso Palacio de Bellas Artes sigue siendo un icono representativo de la historia dominicana: visitarlo es viajar en el tiempo hacia una época en que la arquitectura del país vivió su mayor esplendor.

Esta edificación, que data de 1956, fue diseñada y construida por Francisco Manuel Batista y Bienvenido Martínez Brea, dos jóvenes que lograron evocar  un palacio griego y plasmar a la vez toda la pomposidad y distinción que representaba aquella época bajo el mando del dictador Rafael Leonidas Trujillo.

Una nueva cara

En el pasado cuatrienio  de gobierno de  Leonel Fernández, se inició la remodelación de esta edificación, cuyo deterioro era tan avanzado que parecía una ruina.

Incluso, estaba ocupado por entidades ajenas al quehacer artístico, lo cual entraba en contradicción con su función.

En la reconstrucción se conservaron las áreas principales, pero se habilitaron otras  que le complementan como el Salón de los Espejos, además del rediseño de los jardines exteriores.  Para su remozamiento se utilizaron técnicas como el estucado español, y finísimos materiales como el mármol italiano, el alabastro y el bronce.

Sin dudas es una joya arquitectónica y un nuevo destino turístico por lo que  no tiene que esperar un evento  para conocerlo pues está abierto al público que quiera hacer un recorrido con previo aviso.

Antecedentes

Los responsables

Francisco Batista  tenía 27 años al diseñar el Palacio de Bellas Artes y cuenta que aunque hizo un primer diseño simple, el doctor Joaquín Balaguer, ideólogo del Plan Bienal de Construcciones Escolares, insistió en un edificio majestuoso para la ciudad.  Bienvenido Martínez, al frente de la Compañía de Ingenieros Asociados, Sociedad Civil, dirigió la construcción del edificio.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas