Bellas nostalgias en siluetas de dibujos animados (ANIMÉ) o las ideologías en colores

Bellas nostalgias en  siluetas de dibujos animados (ANIMÉ)  o las ideologías en colores

Con cariño para Armand et Michelle Mattellart.
1/Un Método de análisis para la producción global de la comunicación de masas.
Entre las décadas de los 70, 80 y 90 del siglo XX, Michelle Mattellart y Armand Mattellart, aportaron al mundo de la comunicación formas de análisis que revolucionaron miradas y lecturas a los productos nacidos de la comunicación de masas.
Su modelo de análisis de la comunicación, a partir de un entresijo de analogías y fundamentos de la sociología marxista, permitieron descubrir con lucidez y acierto la composición interna de los contenidos «inocentes» de amplios productos impresos y televisivos de la llamada Cultura de Masas.
Hubo debates, escándalos, negaciones y hasta descalificaciones, porque mentes de superficie no podían entender que figurillas como las del Pato Donald y su grupo (Tío Rico Mc Pato ) interactuaban en un espacio cuyas proposiciones ficcionales tenían que ver con la sociedad donde hemos vivido.
Algunos aplicando el método de análisis de contenido, desnudamos a Fantomas, El Hombre Nuclear (The million Dollars Man) As Solar, El Fantasma o el universo intocable hasta entonces de la saga de James Bond de Ian Fleming, a quien un abogado de Chicago, USA, atribuye influencias de la biografía de Porfirio Rubirosa … Esa será otra historia.
( Véase la colección de una revista entonces llamada Impacto Socialista )
2 / La pérdida de la inocencia ante los dibujos animados y sus significados icónicos.
Pese a que no abordo el tema desde hace muchos años, pero muchos, ello no quiere decir que me he desvinculado de la observación constante de los nuevos fenómenos producidos y de la férrea competencia Japón Vs Estados Unidos de América, dos visiones de sociedades y personajes. Dos visiones societales deslindadas por contenidos que retratan con vistosa antropología visual el paradigma profundo de los modales de cada forma cotidiana en el uso del vivir y sus códigos nacionales.
Desde 1877, cuando el francés Emile Reynaud creó el praxinoscopio, hasta nuestros días de alta competencia tecnológica, es mucho lo que ha sucedido en las pantallas. Desde Edwin S. Porter, uno de los padres del American Silent Movie y su proyecto de 1905 (The Hole Dam family and the Dam Dog). Recordar a Web Smith, tampoco sería ocioso, antiguo colaborador en los albores de la factoría de Walt Disney-1928-, a quien nadie duda en otorgarle el título del padre del Storyboard, tema antes de él un poco díscolo.
La relación de autores y pioneros norteamericanos podría ser prolija, solo quiero recordar a Walter Lantz ( Woody Woodpecker, el famoso Pájaro Loco o Loquillo ).
Los Fleischer Brother con la famosísima Betty Boop cuya grafía corporal coincide con el rostro de la cantante y actriz Helen Kane, voz aniñada embardunada con orquestas de la Era del Swing. (Referencia posterior a la delicada ñoñería de Marilyn Monroe, de todos conocida). Prometo detenerme, pero nunca olvidaría contra toda polémica a Otto Messmer y su primera versión de El Gato Félix (Felix The Cat, 1914)
El resto es historia : William Hanna y Joseph Barbera, Chuch Jones y muchos otros.
El viejo entretenimiento infantil (comic, para anglosajones; fumetti para los italianos; band dessiné, para los franceses; monitos para los mexicanos; tebeos para los españoles y manga para los japoneses) de los paquitos, dicho al nóstalgico estilo dominicano, había perdido toda inocencia posible: sociólogos y comunicólogos brillantes asociados al «comunismo ateo, disociador que destruía la familia humana y devoraba los niños» (jajajajajajaja), habían creado un ejército de investigación interpretativo y se descubría el doble fondo de aquella «inocencia» coloreada que a todos nos vio crecer. Eran verdades ficcionales que mentían, donde roles de indios (con plumas o sin ellas) negros, mujeres y asiáticos, pertenecían a un universo de menosprecio cándido, que todavía se propone como modelo identitario justo y » aceptable»…
Y ni hablar del pobre Fu Man Chú Story.
3 / La curiosa lista de películas de dibujos animados del Huffington.
Los japoneses desde 1960, comenzaron a dar importancia a sus dibujos animados para la pantalla chica y para el cine. Los mangas se convirtieron en una fuente de inspiración para la pantalla grande. Cultura que apostaba a valores de sociedad muy diferentes a la sociedad norteamericana, en el mercado internacional les tomó apenas 10 años, para competir en firme.
Daisaku Shirakawa, director, Ozamu Tezuca, autor del manga y el animador Taiji Yabushita, son el trinomio pionero de lo que luego sería una gran aventura mundial: competencia japonesa a Pixar-Studios y lo que queda de Disney y sus subsidiarias.
En 1983 nacería Estudios Ghibli, dos maestros de la televisión, Isao Tarahata y Hayao Miyazaki (aquellos de Nausicaá, referente Odisea, no dar por descartado).
Pixar ya no estaría sola en el mercado mundial: la competencia de largometrajes de dibujos animados (anime, para los japoneses) había empezado con diferencias de contenidos muy opuestos en relación a las sociedades que retrataban: unos desde Japón, otros desde los Estados Unidos.
Por todas estas razones argumentadas, he aquí una lista selectiva de películas de dibujos animados lejos de Pixar y Disney, para todos y todas, que añoran algo diferente para sus niños o niñas…
No tengo mucho espacio para esta lista, solo les recuerdo que no se arrepentirán al ver estos largometrajes de animé, son la exquisita confirmación de que otro universo de animación o dibujos animados, muñequitos para nosotros, son posibles con un despliegue de inteligencia y visión creativa absoluta, al margen de la ceguera de las princesitas y los roles femeninos harto intrigantes, contrastados con la visión del siglo XXI que las mujeres, a codazos, han forjado para su nueva imagen. (CFE)

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