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No dejes que se chupe el dedo

Belleza &Salud     <BR><STRONG>No dejes que se chupe el dedo</STRONG>

POR LAURA CAMINERO
Los niños normalmente nacen con el instinto ya sea de chuparse  el dedo o el bobo. La diferencia es que este último siempre puede elimimarse mientras el primero siempre estará.

Los expertos afirman que ese instinto de chupar en los niños es indispensable para su supervivencia y aun desde el vientre hay bebés que succionan sus dedos. El hábito de chuparse el dedo en los bebés es un indicativo a las madres de que están hambrientos o perciben la falta de su madre y esto los tranquiliza.

Sin embargo, es bien sabido que chuparse los dedos conlleva ciertos riesgos que los padres debemos considerar y por lo tanto tomarlos en cuenta para evitar, dentro de nuestras posibilidades, que esta práctica se extienda por mucho tiempo.

   Deforma los dedos

  Deforma boca, paladar y los dientes

  El niño come menos y no se alimentará lo suficiente

  Es una fuente de contaminación peligrosa, ya que se llevan los dedos sucios y con bacterias a la boca.

  Retrasa el aprendizaje del lenguaje y los hace deformar palabras y no hablar claramente.

Los padres en ocasiones muestran desesperación y recurren a  todos los medios que tengan a su alcance para eliminar esta práctica. Sin embargo, en algunos casos esos trucos tienen un efecto contrario al deseado.

Lo mejor es observar con detenimiento en los momentos que su hijo recurre al dedo y présteles más atención y sobre todo demuéstrele cuanto lo ama y llene su vida de mucho cariño y armonía, lo tal vez es lo que necesita.

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