POR LAURA CAMINERO
A pesar de que no soy muy expresiva y tal vez pocas veces te he manifestado lo que significas en mi vida, este es el mejor momento para hacerlo.

Tenemos la creencia que la madre por el simple hecho de serlo tiene sus obligaciones y responsabilidades con los hijos, como siempre tú dices, hasta la muerte. Sin embargo y a pesar de esto, debo reconocer que tu caso es muy especial. No solo quiero agradecerte el amor, la comprensión y el apoyo incondicional que me has brindado durante todos estos años. Más que eso quiero expresarte mi amor y que me siento muy orgullosa y afortunada de tener una madre como tú.

Siempre,  a pesar de los errores cometidos, contrariedades y obstáculos que se interpusieron en el camino te mantuviste firme en tu propósito conmigo sin importar las circunstancias ni mucho menos el pesimismo de algunos, confiaste en mí y me apoyaste y orientaste en todo momento de cual debía ser el camino correcto y la acertada decisión. Hoy, luego de todo el esfuerzo, la dedicación, la superación de momentos difíciles y el logro de objetivos trazados no puedo callar y debo manifestar a Dios, a ti y al mundo que sin ti no hubiese podido lograrlo.

Gracias mamá por todo tu cariño, tu respeto hacia mis decisiones y puntos de vistas, tus siempre acertados consejos y sobre todo por siempre apostar a mi. Eres la mejor madre del mundo y siempre puedes contar conmigo incondicionalmente!!

Para los que no la conocen ella es Ana Francisca Hernández, cariñosamente Paquita.