POR LAURA CAMINERO
Recientes estudios en el Hospital Bokuto, en Tokio, revelan que los bebés cuidados con el «método canguro» duermen más, respiran mejor y ganan peso con mayor facilidad.

 El método canguro consiste en que la madre o el padre del pequeño se acuesten boca arriba y coloquen al bebé contra su pecho desnudo boca abajo, por lo menos durante una o dos horas al día. Sentir el contacto de la piel tiene muchos beneficios y el principal es el de ayudar a los padres a establecer lazos afectivos con su bebé desde los primeros días de nacido, además de que esta práctica hace las veces de una «INCUBADORA HUMANA».

 Se originó en Colombia, como medida desesperada para contrarrestar la escasez de incubadoras y más tarde el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se percató de que con este se disminuían tanto la mortalidad de los bebés prematuros, como el tiempo de hospitalización de éstos.

Es bueno enfatizar que los beneficios pueden notarse no solo para los niños nacidos con bajo peso o prematuros, sino para todos en general, ya que como mencionamos representa la mejor oportunidad para el contacto con sus padres, tanto en la parte afectiva como emocional.

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