Benedicto recibe gran baño de masas

Benedicto recibe gran baño de masas

COLONIA, Alemania (AFP).- El Papa Benedicto XVI recibió este jueves en Colonia su primer gran baño de masas de una juventud entregada a pesar de un discurso religioso contundente: la única respuesta está en Cristo.

   Centenares de miles de peregrinos de 193 países del mundo han reservado a Benedicto XVI una cálida recepción en su primer día de visita a Colonia, en el primer viaje al extranjero que realiza desde que fue elegido Papa el 19 de abril, para participar en las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ).

   «Agradezco a Dios con viva emoción que me haya concedido iniciar las visitas pastorales fuera de los confines de Italia viniendo precisamente a la nación que me ha visto nacer», dijo el Papa en el aeropuerto, donde fue recibido por el presidente Horst Kohler y el canciller Gerhard Schroeder, entre otras personalidades.

   En sus discursos, Benedicto XVI, mucho menos carismático que su predecesor Juan Pablo II y con el semblante cansado, ha enviado un mensaje meridiano a su joven audiencia: «Queridos jóvenes, la felicidad que buscáis, la felicidad que tenéis derecho a saborear, tiene un nombre, un rostro: el de Jesús de Nazareth».

   Desde el barco en el que se paseó por el Rin acompañado por sesenta jóvenes de todo el mundo, el Papa, evocó la trayectoria de los Reyes Magos y les recordó que «soportaron fatigas y sacrificios sin ceder al desaliento y a la tentación de volver atrás» en su búsqueda de Cristo.

   Cuando se tiene «una certeza tan firme, merece la pena vivir por ella y, si fuera preciso, morir por ella», dijo el Papa, que llegó hasta el río en una limusina negra fuertemente escoltado, a las decenas de miles de jóvenes que le esperaban desde la mañana en las orillas del Rin a pesar del fuerte sol.

   Sin embargo, no todos pudieron entender bien el discurso pronunciado en alemán, inglés, francés, español e italiano, debido a la mala calidad del sonido.

   Una gran pancarta en portugués rezaba: «Gracias Juan Pablo II. Ahora estamos todos detrás de tí, Benedicto».

   El Papa recorrió la distancia que separa la dársena del río hasta la catedral gótica de Colonia a pie en medio de una muchedumbre que se agolpaba para darle la bienvenida, agitando banderas de todo el mundo, y gritaba «¡Benedetto, Benedetto!».

   Después regresó al arzobispado de Colonia en el papamóvil.

   En la majestuosa catedral gótica, donde veneró las reliquias de los Reyes Magos, que fueron llevadas a Colonia en 1164, Benedicto pidió a los jóvenes que conserven «el patrimonio de valores» cristianos.

   «Es un patrimonio muy rico», les dijo Benededicto XVI, a quien el viento le arrancó el solideo cuando descendía del avión dejando sus blancos cabellos al aire. «Hemos de estar a su altura. Es una responsabilidad que nos recuerdan hasta las piedras de los antiguos edificios de la ciudad».

   El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls, explicó el jueves que Benedicto XVI concede mucho espacio a la palabra mientras que Juan Pablo II prefería los gestos. «Este será un pontificado de ideas y de palabras», dijo.

   En lo que parece haberse convertido en una constante en su discurso desde que fue elegido jefe de la Iglesia Católica el pasado 19 de abril, éste dirigió un «saludo caluroso» a los representantes de las diversas confesiones cristianas y de las otras religiones. También saludó de manera especial la presencia de jóvenes de las iglesias católicas orientales.

   También saludó con «afecto» a los jóvenes que han venido a Colonia para este encuentro cristiano, incluso si no han recibido el bautismo ni conocen a Cristo.

   El jefe de la Iglesia Católica también rindió un homenaje a su predecesor Juan Pablo II, del que se proclamó depositario de la «extraordinaria herencia espiritual que nos ha dejado».

   «El os ha querido, vosotros le habéis entendido y habéis correspondido con él entusiamos de vuestra edad», dijo Benedicto XVI del precursor de esta «idea brillante» que son los encuentros mundiales multitudinarios lanzados hace dos décadas por el difunto Papa polaco para incorporar a los jóvenes a la Iglesia Católica.

   Para el presidente alemán, Horst Kohler, la elección de Benedicto XVI después para suceder al Papa polaco tiene una «importancia histórica».

   «Después del Papa de Polonia, primer país en haber sido invadido por Alemania en la Segunda Guerra Mundial, es alguien que ha pertenecido a lo que se llamó la generación de las Flak, la defensa antiaérea, que es elegido como sucesor de San Pedro», dijo Kohler, de confesión protestante.

   «Que sea así me da confianza, 60 años después del final de la ideología del desprecio de Dios y de los hombres que reinó en Alemania», dijo Kohler en alusión al régimen nazi (1933-45).

   Benedicto XVI visitará este viernes una sinagoga y se encontrará también con responsables de la comunidad musulmana.

   El viento volvió a jugar una mala pasada en el primero de sus cuatro días de estancia en su tierra natal al derribar la cruz de madera de las JMJ cuando estaba instalada en el barco donde inició su gran baño de multitudes.

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