CIUDAD DEL VATICANO (AFP).- El Papa Benedicto XVI, que por 24 años fue el severo guardián de la ortodoxia católica durante el pontificado de Juan Pablo II, recibió al teólogo rebelde suizo Hans Kung, como un señal de reconciliación con los teólogos progresistas.

   Cuatro semanas después de haber recibido al representante del sector más conservador y tradicionalista de la Iglesia, al reunirse con monseñor Berbard Fellay, líder de la fraternidad ‘lefebvrista’ de San Pío X, Benedicto XVI se muestra abierto y disponible hacia el ala progresista. 

   La reunión entre el Papa alemán Joseph Ratzinger, de 78 años, y el teólogo suizo, de 76 años, dos viejos colegas que se conocen desde hace casi medio siglo y cuyas posiciones doctrinales les ha separado, conduciendo uno al trono de Pedro y el otro al aislamiento, se celebró el sábado en la residencia veraniega de Castelgandolfo, a 30 kilómetros de Roma.

   Suspendido de la enseñanza en 1979 por sus posiciones progresistas, Kung conversó en «un clima de amistad» con el Papa, según reveló este lunes en un comunicado el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls.

   Kung, que se convirtió en profesor al mismo tiempo que el actual Papa, a quien conoció en una sesión teológica en Innsbruck (Austria) en 1957, permaneció unas dos horas con el pontífice, con el que habló en alemán, el idioma natal de ambos.

   Entre 1962 y 1965 trabajaron juntos en el Vaticano como consejeros en el Concilio Vaticano II y luego se distanciaron por cuestiones doctrinales.

   «Se habló de la ética mundial y del diálogo de la razón de las ciencias naturales con la razón de la fe cristiana», indicó en un comunicado el Vaticano.

   El teólogo suizo elogió «los esfuerzos» hechos por el nuevo Papa a favor del diálogo entre las religiones, sostiene la nota.

   Los dos brillantes teólogos acordaron no abordar temas espinosos de carácter doctrinal, por los que se enfrentaron duramente en el pasado y que le costaron a Kung la cátedra de teología en la Universidad de Tubinga, en Alemania. 

   «Ambas partes acordaron no entrar en el marco de la reunión en las dispustas de carácter doctrinal existentes entre Hans Kung y el magisterio de la Iglesia católica», señala el comunicado divulgado por la Santa Sede.

   El teólogo progresista ha criticado siempre el principio de la infabilidad del Papa y está a favor de la ordenación de las mujeres, de una mayor colegialidad de la Iglesia, involucrando a las iglesias locales en la toma de decisiones.

   El Papa, otrora bandera de los sectores conservadores, reconoció los esfuerzos hechos por Kung a favor del «renacimiento de los valores esenciales de la humanidad a través del diálogo entre las religiones y el encuentro con razones seculares», señala el comunicado.

   El llamado «panzerkardinal» y actual pontífice nunca suprimió la sanción impuesta a Kung y a los otros teólogos progresistas, entre ellos el brasileño Leonardo Boff y el belga Jacques Dupuis.

   El contestatario teólogo suizo, que al parecer pidió la cita con el Papa, criticó la «aversión hacia lo moderno» del papa Benedicto XVI pocos días después de su elección, aunque vio en sus primeras declaraciones como pontífice «señales esperanzadoras».

   El religioso recordó, sin embargo, que cuando Ratzinger era cardenal «desgraciadamente estaba muy implicado en las intrigas contra mí en 1979, cuando me retiraron el derecho a enseñar».

   «La amistad no podía perdurar desde el momento en que aceptó e incluso participó en la puesta en escena de la acción de la Congregación (para la doctrina de la fe, ex Santo Oficio) contra mí», lamentó.