LISBOA
AFP
El papa Benedicto XVI pronunció ayer al llegar a Portugal una dura condena de los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia y reconoció que la mayor persecución que sufre la institución no viene de los enemigos de «afuera» sino de sus «propios pecados».
Antes de aterrizar en Lisboa, primera etapa de su viaje de cuatro días que lo conducirá a Fátima y Oporto, el Papa aseguró ante los periodistas que lo acompañan en el vuelo, que es «realmente terrible» el «sufrimiento» actual que padece la Iglesia por «sus propios pecados». Interrogado sobre los escándalos de pedofilia que involucran a muchos sacerdotes, el pontífice admitió que «hoy en día las mayores persecuciones que padece la Iglesia no provienen de afuera sino de sus propios pecados», afirmó.
El Papa anunció claramente que la Iglesia no tolerará más ese fenómeno, el cual será castigado además por la justicia.
«El perdón no reemplaza a la justicia», dijo al responder a los periodistas sobre las medidas que la Iglesia aplicará contra los sacerdotes que hayan abusado sexualmente de menores y que incluyen el juicio ordinario. El pontífice, que desde hace varios meses debe hacer frente a una serie de denuncias por el encubrimiento durante décadas en la Iglesia católica de los curas pedófilos, enumeró «las respuestas que la Iglesia debe dar».
Benedicto XVI mencionó la «penitencia, la oración, la aceptación, pero también la necesidad de justicia, porque el perdón no reemplaza a la justicia», dijo. El jefe de la Iglesia católica condenó también indirectamente a quienes acusan a los medios de comunicación de instrumentalizar el escándalo de pedofilia al admitir que el «mal está adentro» de la institución.
El Papa fue recibido en el aeropuerto por el presidente de la República, Anibal Cavaco Silva, quien deberá firmar en pocos días la ley que legalizará el matrimonio homosexual. Durante la ceremonia, el Papa advirtió que las cuestiones éticas y espirituales no deben formar parte de la «esfera privada». A lo largo de los 8 km del trayecto, miles de personas se concentraron por las calles para ovacionarlo con «¡Viva el Papa!».
Palabras no tienen sentido
WASHINGTON. AFP. Un grupo estadounidense de apoyo a las víctimas de sacerdotes pedófilos indicó ayer que las declaraciones del papa Benedicto XVI sobre los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia no tienen sentido y son un pobre sustituto de la acción. Las palabras del Papa son «bastante sin sentido», dijo a la AFP Barbara Blaine, fundadora y presidenta de la organización the Survivors Network of those Abused by Priests (SNAP). «No hay acción».
«Ninguna de las palabras que dijo hacen que los niños estén más seguros que antes de que hablara», añadió Blaine, actualmente de 53 años y abusada por un sacerdote cuando tenía 13.
«Antes de esto (el Papa) estaba señalando a la prensa, diciendo que es anticatólica. Dijo que las víctimas que hablaron estaban chismorreando», añadió. «Tal vez haya dejado de señalar con el dedo, pero no ha tomado ninguna acción que proteja a los niños».
Antes de aterrizar en Lisboa, primera etapa de un viaje de cuatro días que lo conducirá a Fátima y Oporto, el Papa aseguró ante los periodistas que lo acompañaban en el vuelo que es «realmente terrible» el «sufrimiento» actual que padece la Iglesia por «sus propios pecados». La organización SNAP quiere que el Vaticano dé pasos concretos para proteger a los niños de los curas pedófilos, lo que incluye despedir a los obispos que los protegen, entregar a los sacerdotes involucrados a las autoridades seculares.