Benedicto XVI, tras las huellas de Juan Pablo II

Benedicto XVI, tras las huellas de Juan Pablo II

VARSOVIA, ZENIT.org.- Siguiendo las huellas de Juan Pablo II, Benedicto XVI llegó el jueves pasado a Polonia con el objetivo de confirmar en la fe a los más de 36 millones de católicos de este país.

Al bajar las escaleras del avión, el pontífice pronunció sus primeras palabras en polaco para confesar su alegría por ver cumplido uno de sus primeros deseos desde el inicio de su pontificado: visitar los lugares más amados de Karol Wojtyla.

“He venido para seguir las huellas del itinerario de su vida, desde la infancia hasta su partida al memorable cónclave de 1978” y para encontrarse con las generaciones de quienes “han nacido y madurado para el Señor bajo su guía pastoral como sacerdote, obispo y Papa”.

Tres mil personas dieron la bienvenida al Santo Padre, cuando el avión papal Alitalia aterrizó en el aeropuerto internacional de Okencie, de Varsovia. En todo el país, las campanas de las iglesias repicaron para saludarle.

Entre las personalidades que le acogieron se encontraba el presidente de Polonia Lech Kaczynski, acompañado por su esposa, que aguardaban a los pies de la escalinata. Entre los representantes de la Iglesia católica, se encontraban el cardenal Josef Glemp, arzobispo de Varsovia, y el cardenal. Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia, antiguo secretario de Juan Pablo II.

La peregrinación apostólica internacional, que lleva por lema “Permaneced firmes en la fe”, es la segunda de este pontificado, aunque es la primera programada por el nuevo Papa, pues su viaje a Alemania de agosto pasado, con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud, había sido prevista por Juan Pablo II.

El mismo Benedicto XVI aclaró, sin embargo, que “no se trata sólo de un viaje sentimental, aunque también lo sea, sino de un itinerario de fe, enmarcado en la misión que me ha confiado el Señor en la persona de Pedro apóstol, quien fue llamado a confirmar a los hermanos en la fe”.

“Yo también quiero beber de la fuente abundante de vuestra fe, que mana sin interrupción desde hace más de un milenio”, aseguró a los católicos polacos.

El Papa pronunció su discurso alternando pasajes en polaco e italiano. Algunos de los párrafos en polaco fueron leídos por un prelado colaborador suyo en la sección polaca de la Secretaría de Estado.

El resto de sus primeras palabras en Polonia sirvieron para expresar sus esperanzas para este viaje que concluye hoy domingo en Auschwitz, después de haber visitado Varsovia, Czestochowa, Cracovia, Wadowice, y Kalwaria Zebrzydowska.

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