Beneficios de la cresta del gallo

Beneficios de la cresta del gallo

EFE. Reportajes. Un compuesto presente en la cresta de los gallos es capaz de multiplicar por diez la actividad de las células que mejoran la movilidad y evitan la deformación de las articulaciones. Los científicos han logrado extraerlo y sintetizarlo, para desarrollar un producto que mejora la salud de las articulaciones

Aunque no se trata precisamente de un plato que sea muy popular ni conocido, este rojo y llamativo adorno de la cabeza de los gallos se sigue utilizando como alimento en diversas partes del mundo y se consume desde hace varios siglos. 

El genial Leonardo Da Vinci, que era un gran aficionado a la cocina y cuyas preparaciones y técnicas culinarias quedaron plasmadas en el ‘Codex Romanoff’, aportaba una receta de “crestas de gallo con migas” para la que aconsejaba “elegir un gallo grande, mayor de doce años de edad y que su cabeza levante al menos sesenta  centímetros del suelo”.

“Las crestas de gallo a lo largo de la historia de la gastronomía han sido muy apreciadas, tanto por el mundo romano que las maceraba en ‘garum’ (una salsa de pescado), como por la cocina del siglo XIX y, actualmente, entra a formar parte de la llamada cocina moderna o de autor”, explica el historiador de la cocina Antonio Gázquez Ortiz, autor del libro “Conversaciones con un Gastrónomo”.

Aunque las desconocidas virtudes de este tejido carnoso que corona la cabeza del gallo doméstico o gallo rojo (Gallus gallus), que utiliza esta ave como símbolo de dominancia y está conformado por una o varias la lámina aserradas o dentadas, no se limitan a la gastronomía, ya que se le acaba de descubrir una prometedora aplicación farmacológica.    Hasta ahora, la única relación de la cresta de gallo con la salud, se refería a un planta medicinal conocida popularmente con ese nombre y cuya denominación botánica es “Celosia argentea”. Las semillas y aceite de esta herbácea se emplean en fitoterapia, para tratar, sobre todo, los desórdenes digestivos e intestinales.

En cambio, los beneficios de la cresta de gallo de origen animal,  se centran en la salud del aparato locomotor, o sistema músculo-esquelético,  como demuestra el reciente hallazgo de un grupo de científicos españoles liderado por la doctora Ingrid Möller , investigadora del laboratorio Actafarma.

Los científicos han conseguido extraer y sintetizar un compuesto presente en la cresta de los gallos que tiene la capacidad de multiplicar por diez la actividad de las células que mejoran la movilidad y evitan la deformación de las articulaciones. Este compuesto es el principio activo fundamental de un nuevo producto regenerador articular denominado ‘Movial’.

Un nuevo aliado del líquido Sinovial.  “Las células sinoviales son las encargadas de fabricar el denominado líquido sinovial, esencial para reducir el rozamiento de las superficies articulares durante el movimiento de las articulaciones del cuerpo (hombros, codos, rodillas, etc)” señaló la doctora.

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“Algunos componentes denominados mucopolisacáridos y que están presentes en las crestas de gallo, junto con colágeno y otros componentes esenciales, optimizan el trabajo de las células sinoviales, por lo que si la persona los ingiere de forma regular y en una dosis adecuada, ayudan a prevenir estos desórdenes articulares”, agrega la doctora. Para resaltar la importancia de este descubrimiento, la doctora  Möller recuerda que “la mitad de la población ve la perdida de movilidad como el primer síntoma de envejecimiento, por encima de las arrugas, y que el factor hereditario es un punto esencial, ya que 92 por ciento de las mujeres temen heredar la deformidad”. «Con el paso del tiempo, el líquido sinovial disminuye y las articulaciones se deforman. Este compuesto mantiene, mejora y aumenta los niveles de líquido sinovial.  Su empleo preventivo es muy importante, ya que si se toma a partir de los 35 años nos puede llevar a tener unas articulaciones  sanas y así llegar a la madurez con buena  calidad de vida ”, según Möller.

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