Monseñor Ramón Benito Angeles, vicario de Santo Domingo Este, advirtió ayer que la corrupción y la impunidad producen una sumatoria de pobreza, tras señalar que quien se queda con los que no le corresponde disminuye las posibilidades de vida de los desposeídos.
Por otra parte advirtió que si se llegara a legalizar el aborto habría que cuestionar a los legisladores, ya que la “pelota está en sus manos” al recordar que fueron elegidos para dar vida, no muerte. Citó los números 20 y 22 de la Carta Pastoral de los obispos dominicanos, quienes consideran que el aborto es uno de los peores crímenes de la humanidad y que así lo enfatiza el papa Francisco.
Entrevistado previo a oficiar una misa en la iglesia La Altagracia, en la Ciudad Colonial, clamó a la virgen en su día para que interceda para que en el país haya menos corrupción y el aborto no sea legalizado en ninguna de las causales.
Considera que mientras no se castigue la corrupción la pobreza continuará ya que los que menos tienen no podrán mejorar sus condiciones de vida.
Explica que la virgen María no es Dios, sino una intercesora, una criatura humana, por eso pasó por la prueba de la fe, la obediencia, la fidelidad y creer que lo que recibía provenía del Todopoderoso.
Por eso, expone, María no pudo decir otra expresión que la de “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. De ahí, señaló, que es intercesora entre su hijo Jesús.
Dijo que hasta la misma mirada al niño en la imagen de La Altagracia dice ella con ojos inclinados “adoro al hijo de Dios porque es él”.
En otro contexto, indica que el papa Pablo VI dijo que el camino más cercano para llegar a Jesús es María. Los fieles hacían largas filas para subir hasta al altar, donde estaba la imagen de La Altagracia.